Las cuevas cántabras de El Castillo, Monedas y Covalanas reducirán su régimen de visitas

Guardar

Nuevo

Santander, 10 may (EFE).- Las cuevas cántabras de El Castillo, Las Monedas y Covalanas, declaradas Patrimonio de la Humanidad, contarán con un régimen de visitas más reducido para asegurar la sostenibilidad de sus microclimas, en los que se ha detectado un aumento de la temperatura, la humedad y los niveles de CO2 y radón.

"No estamos en una emergencia inmediata, pero hemos visto señales que no se pueden ignorar", ha anunciado la consejera de Cultura y Turismo, Eva Guillermina Fernández, quien este viernes, en rueda de prensa, ha anunciado ese nuevo sistema de visitas con el responsable de la gestión de esas cavidades y director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Roberto Ontañón.

El responsable de esas cavidades ha añadido que no se trata de "crear alarma social", porque el riesgo de deterioro "no es inminente ni irreversible".

"No se cierran al público", enfatiza Ontañón tras recordar que otras comunidades autónomas españolas o en Francia sí optaron por esa decisión, pero insiste en la importancia de analizar cómo evolucionan a raíz de la reducción de visitantes.

El nuevo régimen se aplicará en dos fases: una transitoria, que comienza este viernes, y otra permanente, a partir del 15 de septiembre, aunque las reservas que ya estaban hechas antes de este anuncio "serán respetadas" hasta ese día.

La cueva de El Castillo pasará de recibir 1.236 visitas semanales a 780 durante esta fase transitoria y, una vez se establezca el régimen definitivo, se reducirá a 384.

Las Monedas reducirá el número de visitantes de los 1.236 actuales, a 624 durante estos meses y, finalmente, a 240.

Y Covalanas, que ya tenía más controlado el número de visitas, se ajustará "ligeramente", pasando de 102 visitas semanales a 90, tanto en el periodo de transición como en el final.

Las cuevas de El Castillo y Las Monedas, situadas en Puente Viesgo, y Covalanas, en Ramales de la Victoria, conforman el conjunto de cavidades Patrimonio de la Humanidad por su arte rupestre, con Altamira, La Garma, Chufín, La Pasiega, Hornos de la Peña, Cullalvera y El Pendo (Camargo).

La consejera cántabra ha insistido en que han sido los estudios científicos los que han hecho necesario "minimizar" el impacto humano y preservar el microclima, tras comprobar "durante tres años completos" los incrementos de temperatura, humedad relativa, CO2 y radón, porque ha asegurado que las pinturas de esas cavidades son "el objetivo prioritario".

Ese estudio que ha llevado a adoptar esa decisión se ha realizado durante tres años, en los que se ha contrastado el número de visitantes que accedían a las cavidades con la variación de los parámetros de temperatura, humedad y emisión de gases que registraban las cuevas.

También se ha tenido en cuenta, ha explicado Roberto Ontañón, la variabilidad según la época del año, porque ha recordado que la afección a las cavidades siempre llega del exterior, ya que esos espacios son ambientes "muy estables y confinados".

Ontañón ha puesto como ejemplo que los sensores colocados para medir ese cambio de los parámetros han detectado "las suradas", que se registran cada vez más en Cantabria, y como han provocado una variabilidad de la temperatura del aire del interior de las cuevas.

Por ello, ha asegurado que el cambio climático y la situación de calentamiento del planeta también se ha reflejado en esos cambios que registran las cavidades Patrimonio de la Humanidad de Cantabria, en las que "la temperatura ha progresado desde el principio (de la cueva) hasta el final progresivamente" en los tres años del estudio que ha llevado a reducir esas visitas. EFE

nsv-pgh/mg/pss

(Foto) (Vídeo)

Guardar

Nuevo