Clara Campos rescata la música "valiente y viajera" de las tradiciones andalusí y sefardí

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Alfredo Valenzuela

Sevilla, 4 may (EFE).- La cantante sevillana Clara Campos califica de "música valiente y viajera" la tradición de la música sefardí y andalusí, que ha agrupado junto a temas de música tradicional árabe y griega en su primer disco, "Ánfora", recipiente en el que la joven intérprete imagina que se guarda la esencia de las viejas canciones que ella rescata.

"La música andalusí es mucho menos exótica de lo que la gente piensa y se parece mucho más a la música cristiana medieval y, al igual que la música de la tradición sefardí, es una música tan nuestra como el flamenco, por más que los programadores y el público lo ignoren", ha señalado a EFE la cantante antes de destacar que el título de 'Ánfora' se lo debe a su madre.

"Quería un título en el que no estuvieran las palabras 'Mediterráneo', 'viaje' o 'fusión', algo original y con sonoridad que, sin embargo, contuviera todos esos significados, y fue mi madre quien me sugirió 'Ánfora', palabra que guarda tanta relación con todos los países de los que proceden mis canciones", ha señalado.

De todas estas tradiciones la más compleja es la griega, ha asegurado la intérprete, que se formó como soprano en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla y que abandonó la lírica para dedicar el último decenio al rescate de músicas mediterráneas antiguas.

"La música griega tiene una afinación distinta y no suena bien al oído occidental; es una música que, como el flamenco, hay que mamarla o estudiarla durante treinta años, y no estoy exagerando", ha dicho Clara Campos, quien, en el Teatro Cervantes de Málaga, compartió escenario con el veterano cantaor flamenco Vicente Sordo "Sordera", que tras elogiar su facilidad para el fado le dijo sentencioso: "Triunfarás".

La cantante considera que se trata de una tradición musical "valiente" no sólo porque se mantenga al margen de las modas y de la competencia comercial sino porque "ha perdurado durante siglos, ha superado persecuciones, influencias musicales y, sobre todo, los ritmos de otros países a los que llegó".

Sobre la búsqueda del público y el éxito comercial ha señalado: "Si no haces lo que te vibra y te apasiona, se nota, el público lo nota, lo que le llega es lo que está hecho con el corazón; es de ahí de donde sale el impulso; lo percibes cuando estás en el escenario y te fijas en las caras de la gente que te están escuchando... se les pone cara de amor".

De su preferencia por esta música, tan alejada de las de la gente de su generación, ha asegurado que se debió al mero azar, al hecho de haber escuchado muy joven unas melodías y unos ritmos que es como si formaran parte de aquello "con lo que nace cada uno", por lo que exclama entre risas: "He llegado a pensar que tengo antepasados sefardíes y andalusíes".

Además de batería, piano, contrabajo, flauta y saxo, los músicos que la han acompañado en "Ánfora" -entre ellos el baterista Guillermo McGill, que ha sido crucial en la producción del disco- tocan también instrumentos de cuerda como el laúd, el saz, la mandola y la guitarra para la grabación de una docena de temas que también incluyen guiños de jazz.

Sobre el momento que atraviesa la creación y producción musical, Clara Campos ha asegurado que las dificultades actuales se deben "a que ha desaparecido la clase media de la música; ahora solo quedan superestrellas y el último eslabón; la llegada de internet tampoco ha ayudado porque los productores están más pendientes del número de seguidores que se tiene en las redes que de la calidad de la música que se hace". EFE

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