París, 30 ene (EFECOM).- La economía francesa se mantuvo estancada en el cuarto trimestre, como ya había estado en el tercero, de forma que en el conjunto de 2023 creció un 0,9 %, lo que significa una clara ralentización después de dos ejercicios de recuperación en 2022 (2,5 %) y 2021 (6,4 %).
El Instituto Nacional de Estadística, que publicó este martes su primera estimación, indicó en un comunicado que el producto interior bruto (PIB) en los tres últimos meses del año evitó la caída gracias al comercio exterior, que aportó 1,2 puntos porcentuales, tras un ligero descenso del 0,1 % en el trimestre precedente.
Eso se explica porque las importaciones sufrieron un notable retroceso del 3,1 %, mientras las exportaciones bajaron de forma casi imperceptible (-0,1 %).
Al final, esa aportación positiva del comercio exterior permitió compensar la caída del consumo de los particulares (-0,1 %), de la inversión (-0,7 %), así como el impacto negativo de las variaciones de existencias de las empresas (-1,1 puntos porcentuales de PIB).
Para el conjunto del año, y después de que el INSEE haya revisado al alza en una décima las cifras del PIB en el tercer trimestre, el crecimiento del 0,9 % se sitúa ligeramente por debajo de la previsión del Gobierno del 1 %.
La actividad estuvo globalmente estancada en tres de los cuatro trimestres, salvo en el segundo, en el que repuntó un 0,7 %.
El consumo de los particulares en 2023 mostró un vigor muy relativo, con un incremento limitado al 0,5 %. La inversión fue algo más dinámica, con un ascenso del 1,2 %. El comercio exterior aportó seis décimas a la progresión del PIB, mientras las variaciones de existencias restaron cinco. EFECOM
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