La Audiencia Provincial de Málaga ha dictado sentencia contra una pareja acusada de malos tratos habituales y violencia doméstica hacia sus dos hijas, de 2 años y 47 días, respectivamente.
El tribunal calificó los hechos sufridos por las dos menores como “aterradores”, según recoge la sentencia.
Infierno físico y psicológico
La bebé de 47 días fue sumergida en agua hirviendo, lo que provocó quemaduras de segundo grado en el 42% de su cuerpo. Su hermana de dos años presentaba lesiones compatibles con quemaduras de cigarrillo en el muslo izquierdo.
Los informes médicos describen “profundas quemaduras de segundo grado” que afectaban a casi la mitad del cuerpo de la menor, además de hematomas, mordeduras, fracturas costales, fractura de tibia y signos de desnutrición y deshidratación.
El tribunal detalla que las quemaduras se produjeron por la “inmersión en agua caliente durante un tiempo variado dependiendo de la temperatura del agua: de 120 minutos si estaba a 45 °C a 17 segundos si subía a 55 °C”.
La bebé estuvo ingresada 90 días en el hospital, 22 de ellos en la UCI pediátrica.
Pero el trauma no solo fue físico. La madre de acogida de la niña de dos años relató ante el juez: “Agachándose y cubriéndose la cabeza... y decía ‘bebé quema, bebé pupa’”. Los informes de los especialistas describen a la menor como una niña “asustadiza y con temor a cualquier nuevo acontecimiento”.
La condena al padre y la madre
El fallo judicial considera probado que ambos progenitores actuaron “de mutuo acuerdo” y que las niñas “no tuvieron posibilidad alguna de defensa”.
Por tanto, el padre ha sido condenado a 16 años de prisión por malos tratos habituales, violencia doméstica con agravante de alevosía y lesiones con agravante de parentesco. Se le retiró la patria potestad y tiene prohibición de acercarse a las menores a menos de 500 metros.
Por su parte, la madre fue absuelta del delito de lesiones a la bebé, pero condenada a cuatro años de prisión por malos tratos habituales y violencia doméstica con alevosía.
“Es imposible sostener que la madre nada tuviera que ver con tales hechos, ni que acatara como normal el padecimiento constante de heridas y quemaduras en el cuerpo de una pequeña de tan solo 47 días”, subraya el tribunal.
Secuelas permanentes
Los informes médicos advierten de un “evidente retraso psicomotor” y de las consecuencias del traumatismo craneoencefálico sufrido por la bebé, que “afectará en un futuro a las funciones ejecutivas que se irán manifestando a medida que vaya aumentando su edad”.
Además, algunas articulaciones, especialmente la pierna izquierda, han sufrido retracciones que requerirán tratamiento quirúrgico y cuya evolución “no va por buen camino”. La sentencia señala que el perjuicio estético será “importantísimo”.
La situación “es aterradora y corrobora el sufrimiento de la bebé de un maltrato habitual en sus pocos días de vida”, dejan claro el alcance del daño infligido y la gravedad de la conducta de los progenitores, concluye el tribunal.