La Casa Real de los Países Bajos atraviesa uno de los momentos más preocupantes de los últimos tiempos tras el accidente que sufrió la princesa Amalia, de 21 años, este martes, 10 de junio, mientras montaba a caballo. El incidente, calificado como grave, culminó en su inmediato traslado al Hospital Universitario de Utrecht, donde está siendo intervenida quirúrgicamente por una fractura en el brazo.
La noticia llegó de forma inesperada a la reina Máxima, madre de la heredera, mientras asistía a un acto oficial en la inauguración de la conferencia Mind Us. Este evento, celebrado en el Palacio de Trabajo de Noordeinde, abordaba la salud mental de los jóvenes, un tema con el que la esposa de Guillermo de los Países Bajos está profundamente comprometida. La prensa neerlandesa captó el momento exacto en el que la soberana recibió el aviso en su teléfono móvil. A simple vista, la preocupación se reflejó en su rostro, por lo que interrumpió brevemente su participación para realizar una llamada telefónica y obtener más información sobre el estado de su hija.
Sin embargo, tras recibir la llamada y aparentemente tranquilizarse, la reina retomó su lugar en el evento, aunque con visibles signos de inquietud. Se la vio comentar lo sucedido con asistentes cercanos, pero permaneció en el acto hasta su finalización antes de dirigirse rápidamente al hospital para acompañar a Amalia.
Amalia de Holanda, alejada del foco público
La información oficial hasta el momento, emitida por el Servicio de Información del Gobierno, confirma que la fractura se produjo tras una caída del caballo. Aunque el incidente tomó a todos por sorpresa, lo sucedido evidencia que, incluso con experiencia, este tipo de accidentes pueden ocurrir. La heredera lleva años practicando la equitación, una de sus mayores pasiones, y hasta ahora había demostrado una gran habilidad en este deporte. Aunque no se han revelado las circunstancias exactas del accidente, fuentes cercanas aseguran que será necesario un tiempo de recuperación que la mantendrá alejada de los compromisos públicos durante semanas.
No es la primera vez que Amalia sufre percances relacionados con la práctica de la equitación. En una ocasión anterior, cuando tenía 12 años, la princesa apareció en una sesión de fotos oficiales con un esguince de tobillo, resultado de otro pequeño incidente. La fascinación de Amalia por los caballos ha sido frecuentemente mencionada en eventos públicos e incluso por su padre, el rey Guillermo Alejandro, quien ha destacado la destreza de su hija en los deportes ecuestres. El caballo que montaba durante la caída, llamado Mojito, ha sido motivo de relatos en varias sesiones de fotos de la familia real, donde Amalia ha posado junto al animal mostrando su pasión y conexión.
Las hermanas de Amalia, las princesas Alexia y Ariane, también han sufrido accidentes deportivos en el pasado, aunque ninguno de ellos relacionado con la equitación. Por otro lado, a raíz de este incidente, es probable que la princesa Amalia deba cancelar su asistencia a la tradicional sesión de fotos bianual de la familia real, prevista para este jueves, 12 de junio, en los jardines del Palacio Huis ten Bosch. Aunque este extremo aún no ha sido confirmado oficialmente, las circunstancias apuntan a que la recuperación de la heredera será su prioridad en las próximas semanas.
Los Países Bajos permanecen atentos a la evolución del estado de salud de Amalia, mientras el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima afrontan este inesperado contratiempo. La familia real aún no ha emitido un comunicado detallado sobre el incidente, pero se esperan nuevas informaciones sobre el estado de la princesa.