Un experto en el sector inmobiliario ha revelado cinco estrategias curiosas que puedes llevar a cabo para vender tu casa más rápido. Según Terry Fisher, de Sold.co.uk (agencia inmobiliaria online del Reino Unido), los pequeños estímulos sensoriales y algunos trucos psicológicos pueden marcar una gran diferencia en la forma en la que los compradores perciben tu vivienda, aunque en un primer momento sean cosas que pasan desapercibidas ante sus ojos.
“Vender una casa tiene tanto de emoción como de lógica”, explica Fisher al diario digital británico Express, y añade: “Los compradores no solo miran planos: reaccionan ante cómo les hace sentir el espacio. Y estos trucos pueden jugar mucho a tu favor”. Lo mejor es que la mayoría de estos trucos cuestan poco o nada.
Estas son cinco formas inesperadas y baratas de hacer que tu vivienda destaque y se venda antes:
Un bol de limones
Puede sonar extraño, pero un bol con limones frescos y brillantes sobre la encimera de la cocina puede dar sensación de una casa más cuidada y llena de vida.
“Los limones transmiten frescura, limpieza y luminosidad”, explica Fisher. “Atraen las miradas, crean contraste en las fotos y desprenden un aroma sutil y natural que hace que la casa parezca que está bien mantenida”, desarrolla el experto.
El olor a ropa limpia
Olvídate de los ambientadores artificiales: el aroma de la ropa recién lavada puede causar una impresión muy positiva.
“El olor a ropa limpia evoca una sensación de hogar”, afirma Fisher, y añade: “Si hay un ligero olor a algodón fresco o suavizante, la gente lo asocia con confort e higiene. Es un aroma calmante y familiar”.
Una lámpara de noche encendida
La iluminación puede cambiar por completo el ambiente de una habitación, y los agentes inmobiliarios lo saben bien. “Siempre recomiendo encender las lámparas de noche en los dormitorios, incluso durante el día”, señala Fisher.
“Suaviza el espacio, lo hace más acogedor y facilita que las personas se imaginen descansando allí”, comenta el agente inmobiliario.
Hornear algo antes de una visita
El viejo truco de hornear pan o galletas antes de una visita no es un mito: funciona. “No se trata solo del olor, sino de hacer que la casa parezca viva”, asegura Fisher.
“La repostería casera se asocia con calidez, hospitalidad y seguridad. Incluso con solo dejar a la vista un pan o un bizcocho recién hecho se puede mejorar el ambiente”, aconseja el agente de Sold.co.uk.
Una mesa puesta
Colocar la mesa como si se fuera a celebrar una comida ayuda a dar vida al espacio. “Una mesa puesta crea una sensación de momento especial”, afirma Fisher, añadiendo: “Ayuda a los compradores a imaginarse viviendo allí y recibiendo a sus seres queridos en ese hogar: se trata de crear esa conexión emocional”.
Fisher aclara que, aunque ninguna de estas ideas venderá una casa por sí sola, todas ayudan a dar forma a la experiencia durante la visita, y eso puede marcar la diferencia.
“Son pequeños gestos que funcionan. Son baratos, llevan pocos minutos y permanecen en la memoria del comprador. Cuando una casa transmite calidez, limpieza y vida, se crea un vínculo… y eso, muchas veces, es lo que marca la diferencia entre una segunda visita o un adiós definitivo", concluye el experto.