Los limones son una de las frutas más versátiles en la cocina. Se usan para aliñar ensaladas, dar sabor a platos de pescado, preparar postres, añadir un toque ácido al agua o incluso como ingrediente natural para limpiar electrodomésticos. Sin embargo, a veces su conservación se vuelve algo trivial. Si no se consumen a tiempo, pasan de tener ese color amarillo brillante a estar arrugados y cubiertos de moho.
Aunque es común guardarlos en un frutero sobre la encimera o la mesa de la cocina, este hábito sólo acelera su deterioro. A temperatura ambiente, los limones pierden humedad rápidamente y comienzan a secarse o pudrirse en pocos días. No obstante, ya no tendremos que deshacernos de ellos, gracias a un truco infalible.
El truco definitivo para que los limones no se estropeen
Kate Lewis, una creadora de contenido, ha subido un vídeo a su perfil de TikTok en el que explica una técnica “sencilla” para evitar que los limones se estropeen tan rápido. Comenta que lo primero que hay que hacer es lavarlos bien para eliminar cualquier resto de cera —una capa protectora que aplican algunos supermercados—, introducirlos en un frasco de vidrio con agua, cerrarlo herméticamente y almacenarlo en la nevera. Según detalla la experta, este método permite mantener la fruta fresca hasta cuatro semanas.
Cómo conservar los limones correctamente, según el tiempo de almacenamiento
La elección del método de conservación dependerá del tiempo que se pretenda conservar la fruta.
Para almacenamiento a corto plazo (1 a 2 semanas):
- Los limones pueden guardarse a temperatura ambiente en un frutero, pero conviene consumirlos en pocos días para evitar que se sequen o pierdan jugo.
- También pueden conservarse en el cajón de verduras del frigorífico sin necesidad de bolsas, lo que prolonga su frescura entre dos y tres semanas.
Para almacenamiento a largo plazo (más de 3 semanas):
- Introducir los limones en una bolsa de plástico o silicona con cierre hermético, extrayendo el máximo de aire posible, puede prolongar su conservación hasta un mes.
- El método de los frascos de vidrio con agua, almacenados en la nevera, es una alternativa sencilla y eficaz para alargar su vida útil hasta cuatro meses, según algunos testimonios.
- Otra opción es congelar los limones enteros, su jugo o la ralladura. Este sistema permite conservar sus propiedades durante varios meses, aunque puede alterar ligeramente la textura si se descongelan enteros.
Otros métodos para conservar los limones
Además del método de guardarlos en agua dentro de la nevera, existen otros trucos eficaces para conservar los limones y evitar que se estropeen. Una opción es almacenarlos en bolsas herméticas, retirando el aire antes de sellarlas, lo que ayuda a mantener la humedad y prolonga su frescura hasta cuatro semanas. También se pueden envolver individualmente en papel film o papel de aluminio y guardarlos en el cajón de las verduras.
Si se han cortado, lo ideal es cubrir la pulpa expuesta con papel film y refrigerarlos, o exprimir su jugo y congelarlo en cubiteras. Otra alternativa es rallar la piel antes de que se endurezca y conservarla en el congelador, lista para usar en recetas. Así se aprovecha todo el limón durante más tiempo.