Un avistamiento inesperado, a casi 50 kilómetros del mar, en el Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia de Chile, ha sorprendido tanto a turistas como a guardaparques, ya que nunca antes se había avistado la presencia de este animal en una zona tan interior.
El animal, un lobo marino fino austral juvenil (Arctophoca australis), fue visto descansando en el sendero Carretas, en la Pampa del Serrano, un área donde normalmente se encuentran guanacos, cóndores y pumas. Aunque el lobo marino estaba en buen estado de salud y sin ningún tipo de heridas, las autoridades medioambientales han expresado su preocupación por el hallazgo.
Ximena Gallardo, directora regional de Sernapesca, en Magallanes, ha explicado que el lobo marino probablemente llegó al parque siguiendo una ruta fluvial que conecta el océano con el interior del parque. “Creemos que llegó hasta ahí subiendo por el río en busca de alimento”, ha comentado Gallardo en un vídeo publicado en las redes sociales de la organización.
¿Cómo llegó hasta allí?
El desplazamiento del animal habría seguido el canal Señoret y el río Serrano, cursos de agua que permiten la conexión desde el mar hasta la zona donde fue avistado. Este tipo de comportamiento, aunque poco frecuente, no es inusual para los lobos marinos.
Por su parte, el biólogo marino Jorge Acevedo, especialista en mamíferos marinos del CEQUA, ha señalado que los lobos marinos pueden remontar ríos y llegar hasta lagos interiores. “En particular, el lobo fino juvenil es más patiperro, más valiente y explorador”, ha subrayado.
Según él, no se trataba de un animal perdido, sino de un ejemplar que, tras asolearse, probablemente habría regresado por sus propios medios al mar. Sin embargo, las autoridades decidieron intervenir preventivamente para evitar riesgos de desorientación o depredación terrestre.
¿Efecto del cambio climático?
Sernapesca, con el apoyo de CONAF (Corporación Nacional Forestal), ha llevado a cabo un operativo que culminó con la captura y el traslado del lobo marino hacia la playa de Puerto Natales, donde fue liberado y regresó al océano sin dificultad.
Mario Ruíz, director general de CONAF, ha calificado el hecho como “un hallazgo bien extraño” y ha advertido que este tipo de desplazamientos podrían ser señales de cambios en los ecosistemas del parque.
“Hay modificaciones en el comportamiento de la fauna, y aunque parte de estos movimientos responden a patrones naturales, no descartamos que el cambio climático esté alterando las rutas y hábitos de las especies”, ha señalado Ruiz.
Un misterio que preocupa
No obstante, las autoridades medioambientales consideran que el avistamiento de este lobo marino puede suponer transformaciones ecológicas más graves. Se sospecha que el cambio climático influye en los desplazamientos y hábitos de diversas especies, por lo que estos eventos podrían volverse más comunes.
“La fauna se mueve en función de la alimentación: donde hay más guanacos, llegan los pumas; donde hay más liebres, aparecen los zorros”, ha explicado Ruiz. “No es nuevo: llegó para cambiar muchas conductas de la fauna”, ha añadido.
Según él, es el momento de prepararse para ello y actualizar el plan de manejo del Parque Nacional Torres del Paine debe incluir con especial atención las nuevas dinámicas de la flora y la fauna.