En la víspera de la Feria de Sevilla, la Guardia Civil de esta localidad recibió una denuncia de un hombre que manifestaba no haber podido contactar con un familiar suyo durante más de un día, lo que no era habitual. Ante la preocupación se llegó a trasladar desde Sevilla capital a la localidad de Brenes, donde se encontraba la casa del desaparecido y no consiguió encontrarle.
Ante este hecho, los agentes iniciaron rápidamente la búsqueda al ser conscientes de la importancia de las primeras horas. Activaron de inmediato el protocolo de búsqueda de desaparecidos en la Comandancia de Sevilla, coordinando esfuerzos con la Policía Local y el centro de salud de la localidad. De esta manera consiguieron descartar en primer término cualquier ingreso hospitalario o contacto médico reciente.
Había estado llevando una vida normal
Durante la inspección detallada del domicilio del desaparecido, los efectivos recorrieron estancia por estancia en busca de cualquier indicio. Aunque todo indicaba que el hombre había estado llevando una vida normal (tenía la ropa ordenada, cama deshecha, comida en la nevera), no se hallaba en ninguna de las habitaciones.
Fue entonces, al explorar el fondo de un pasillo estrecho que desembocaba en un patio colindante lleno de vegetación y objetos acumulados, cuando se descubrió parcialmente oculta entre la maleza la boca de un pozo compartido con la vivienda contigua.
Sumergido hasta el pecho
En este punto, uno de los guardias civiles, tras acceder al borde del pozo, pudo divisar al desaparecido a varios metros de profundidad, sumergido en agua hasta la altura del pecho, con signos de hipotermia y en estado semiinconsciente. Tras llamarlo por su nombre, el hombre logró responder con algo de dificultad, lo que permitió confirmar que seguía con vida.
Entonces la patrulla dio aviso a su central COS donde se activaron de inmediato a bomberos y servicios sanitarios, que procedieron al rescate y asistencia médica en el lugar, logrando estabilizar a la víctima. Además, se personaron en el lugar colaborando en el rescate Policía Local de la Localidad y Protección Civil.
Desde el cuerpo de la Guardia Civil de Sevilla destacan que “gracias a la rápida intervención y coordinación, y a la revisión de un punto previamente revisado, pero de muy difícil acceso visual, se logró evitar un desenlace fatal ante prolongada exposición al agua del desaparecido y las bajas temperaturas de la noche”.
Muerte por hipotermia
La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35°C, y se considera peligrosa cuando la temperatura corporal baja de los 30°C. La duración hasta la muerte por hipotermia varía según diversos factores, como la temperatura ambiente, el estado de salud de la persona, su vestimenta, y si está en contacto con el agua o el viento, los cuales pueden acelerar la pérdida de calor.
En condiciones extremas, como en climas fríos con temperaturas cercanas a los 0°C o menores, la muerte por hipotermia puede ocurrir en tan solo 1 a 3 horas. Esto es especialmente cierto si la persona está mojada, ya que el agua acelera la pérdida de calor, enfriando rápidamente el cuerpo. En cambio, en situaciones donde la temperatura es más moderada (alrededor de los 5°C a 10°C), puede tardar varias horas o incluso más de un día en llegar a un estado crítico, dependiendo de otros factores como el movimiento o el aislamiento.
El proceso de muerte por hipotermia es gradual. En sus primeras etapas, la persona experimenta temblores, confusión y dificultades para coordinar sus movimientos. Con el tiempo, las funciones del corazón y la respiración se ven comprometidas. Si no se trata rápidamente, la persona puede entrar en coma y finalmente fallecer por fallo orgánico debido al colapso del sistema circulatorio.