Un hombre octogenario acaba en la cárcel tras matar a su vecino con un arma casera. Parece una historia irreal y sacada de un guion cinematográfico, pero ha ocurrido en Francia. En este país la posesión y porte de armas está muy regulado, pero ante una creación propia es difícil actuar.
Este caso se originó a partir de una disputa entre vecinos. Cuando las discusiones suben de tono, nunca sabes hasta qué punto pueden llegar, pues desconoces de lo que es capaz la otra persona. Esta pelea terminó con el fallecimiento de una persona, de un modo que nadie podría imaginar.
El condenado se llama Louis Haniche, de 82 años. El pasado viernes 25 de abril fue declarado culpable de asesinato por el Tribunal de lo Penal de los Alpes Marítimos y condenado a siete años de cárcel. La víctima fue su vecino Ali Bennabi, de 46 años. También ha recibido una prohibición de llevar armas de 15 años.
Un bolígrafo-pistola casero
Este suceso ocurrió en diciembre de 2016, en Chemin des Groules en Antibes, una localidad francesa de los Alpes Marítimos. Los dos protagonistas comenzaron una discusión por una plaza de aparcamiento que ocupaba Ali Bennabi, y que Haniche reclamaba como suya.
La pelea comenzó a endurecerse, pero lo que acabó haciendo el jubilado no podía esperárselo nadie de los presentes. Sacó del bolsillo de su chaqueta un bolígrafo-pistola que él mismo había creado en su juventud. Contenía en su interior una bala del calibre 22. Su vecino recibió el impacto en el corazón, falleciendo a los pocos minutos.
El asesinato de un amigo
Nueve años después, el juicio se ha celebrado. El aspecto más complejo es que no llegó a encontrarse el arma homicida, de manera que su existencia está sujeta a los testimonios. Desde el principio, la defensa del acusado, liderada por la abogada Annabel Marie, alegó defensa propia, explicando que Bennabi estaba agrediendo fuertemente a su vecino, cuando este decidió defenderse con su arma.
El condenado afirmó que su vecino era su amigo y que nunca quiso matarlo. Trató de hacer entender al juez que el arma que creó es de índole defensiva, nunca ofensiva. Sin embargo, el abogado Bernard Ginez, que defiende el lado de la víctima, no aceptaba esta explicación como motivo legítimo.
“Si hubo quizás un pequeño forcejeo, un pequeño empujón antes de los hechos, nada justifica recibir una bala de un fusil del calibre 22 en el esternón“, aseguró el abogado. También afirmó que Haniche fue el que inició el conflicto al ver el coche aparcado y que decidió dirigirse a su domicilio armado.
Pasó un año encarcelado por homicidio involuntario, pero acabó saliendo. Años después, ha sido condenado a su larga edad. Tiene diez días desde el momento de la decisión para presentar una apelación, pero resulta difícil que pueda conseguir un resultado más favorable.
El Ministerio de Justicia francés pedía 20 años de prisión por esta muerte. La decisión del juez ha acabado por reducir esta condena por debajo de la mitad, aunque su actual edad ha sido uno de los factores para alcanzar este veredicto.