‘Ripley’, el personaje creado por Patricia Highsmith resucita en una oscura serie de Netflix

Andrew Scott se mete en la piel de Tom Ripley en esta nueva versión creada por Steven Zaillian rodada en blanco y negro a través de un estilo minimalista

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Tom Ripley, un estafador que vive en Nueva York a principios de los sesenta, recibe una oferta interesante de un hombre adinerado: viajar a Italia para convencer a su hijo errante de volver a casa. (Netflix)

Ha habido muchos Tom Ripley pero, cuando uno menos se lo espera, aparece otro más que no tiene en absoluto que ver con el anterior. Es una de las grandezas del personaje que creó Patricia Highsmith para su primera novela, El talento de Mr. Ripley, en torno a este turbio y escurridizo joven especializado en engañar a los que le rodean para garantizar su supervivencia.

Después de Alain Delon en A pleno sol (1960), conocimos a un maduro Ripley, encarnado por Dennis Hooper en El amigo americano (1977), de Wim Wenders. Aunque, quizás, una de las adaptaciones que más repercusión ha tenido de este clásico del género negro fue la película de Anthony Minghella de 1999 que contó con Matt Damon para el personaje y que configuró toda un aura luminosa y ‘queer’ a su alrededor gracias al carisma de un reparto en el que Jude Law brillaba en el papel de Dickie Greenleaf, el rico norteamericano afincado en Italia que se convertía en el objeto de deseo de este impostor profesional.

Un nuevo Ripley más oscuro y en blanco y negro

Andrew Scott se transforma en el complejo estafador Tom Ripley para la nueva serie de Netflix. (Créditos: Netflix)
Andrew Scott se transforma en el complejo estafador Tom Ripley para la nueva serie de Netflix. (Créditos: Netflix)

Ahora, Steven Zaillian, responsable de guiones como La lista de Schindler y colaborador con directores como Ridley Scott o Martin Scorsese, se encarga de firmar esta nueva adaptación después de embarcarse en la ficción televisiva con la prestigiosa serie The Night Of, con Riz Ahmed y John Turturro, de la que toma algunas características a la hora de crear el universo visual en su aproximación a Ripley, una serie de ocho episodios que se acaba de estrenar en Netflix.

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Entre sus particularidades, que está rodada en blanco y negro (con una preciosa fotografía de Robert Elswit, habitual de Paul Thomas Anderson) y con un diseño de espacios y una elección de encuadres realmente exquisita y minimalista. Además, esta atmósfera contribuye de forma esencial a su acercamiento al género ‘noir’, convirtiéndose, en ese sentido, en una de las versiones de Highsmith más cercanas al espíritu original, aunque cada una se haya llevado a su terreno la oscura prosa de la escritora especialista en misterio.

Ripley - Andrew Scott (Netflix)
Ripley - Andrew Scott (Netflix)

En cualquier caso, el Ripley de Zaillian resulta una producción de lo más ambiciosa y alejada de convencionalismos. Para empezar, su reparto no se puede considerar nada obvio. Al frente, encontramos a Andrew Scott (todavía en cartelera se encuentra su magnífica interpretación en Desconocidos), que ofrece un Tom Ripley con bastante dosis de mal rollo, mucho menos ‘supuestamente’ encantador que sus predecesores en el papel.

En esta ocasión, Dickie Greenleaf no se puede comparar con la personalidad arrolladora que desprendía Jude Law y, en ese sentido, la participación de Johnny Flynn, resulta intencionadamente más discreta, al mismo tiempo que la de Marge, su interés romántico, encarnado por Dakota Fanning, mucho más inquisitiva de lo que fue Gwyneth Paltrow. Como guiño, también resulta curiosa la presencia de John Malkovich, que fue Ripley en la crepuscular El juego de Ripley (2002), de Liliana Cavani.

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En general, todo resulta mucho más oscuro, algo que conecta a la perfección con esa personalidad sibilina que desprendía la obra original, en la que se abordan temas como la identidad a través de la máscara de las apariencias, los celos y una sensación de inadaptación perpetua, de tortura existencial por parte del protagonista.

Quizás este nuevo Ripley sea demasiado solemne y, por supuesto, menos atractivo para las grandes audiencias dado su carácter austero y hermético, pero es, sin duda, una excelente aproximación a un personaje que, después de tanto tiempo, sigue teniendo muchas vidas y sigue dando que hablar con cada nueva ‘reinterpretación’.