Se rompe el mito: invertir en planes de pensiones es más rentable que hacerlo en fondos de inversión

Los planes dieron en 2023 unos retornos del 9,4% frente al 7,6% de los fondos

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Paneles del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa. 
Eduardo Parra - Europa Press
Paneles del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa. Eduardo Parra - Europa Press

Durante muchos años se ha dicho en los mercados que los fondos de inversión eran más rentables que los planes de pensiones, pero la realidad demuestra lo contrario. A todos los plazos, los planes son más rentables que los fondos, excepto a 30 años en que prácticamente se igualan sus retornos.

Los planes de pensiones cerraron 2023 ofreciendo a sus partícipes una rentabilidad anual del 9,4%, mientras que la de los fondos alcanzaron el 7,6% en el mismo periodo, la mayor a cierre de año de su serie histórica, según datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco).

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También a tres años los planes dan mejores retornos, un 2,2%, frente al 1,46% de los fondos. Lo mismo ocurre a cinco años en que a relación es del 3,6% de los primeros ante el 2,51% de los segundos; a 10 años los planes dan un 2,6% y los fondos el 1,59%; a 15 años el resultado es también favorable para los primeros, un 3,5% frente al 2,12%; a 20 años dan un 2,7% y los fondos el 2,06%, y a 25 años, el 1,9% frente al 1,63%. El único plazo en que los fondos salen ganadores es a 30 años, en que obtienen unos retornos del 2,54, algo por encima del 2,4% de los planes.

A la alta rentabilidad de los planes de pensiones se suman sus incentivos fiscales, de los que carecen los fondos de inversión. Así, las aportaciones que haga el ahorrador a su plan son deducibles de la base imponible general, es decir, Hacienda le devuelve siempre una parte del dinero que ha aportado, en función de su tipo marginal y con una serie de límites que, en los últimos años, se han reducido considerablemente, pasando de los 8.000 euros de 2020 a los 1.500 de 2023.

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El gran inconveniente

A pesar de su rentabilidad, los planes de pensiones tienen un inconveniente frente a los fondos de inversión: no son líquidos. Al ser un producto de ahorro finalista diseñado para la jubilación sólo se puede rescatar el capital invertido y los rendimientos generados en determinadas circunstancias como llegar a la edad del retiro, padecer una incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, ser dependiente, sufrir una enfermedad grave o ser desempleado de larga duración.

No obstante, a partir de 2025 se podrán rescatar los planes de pensiones que tengan al menos diez años de antigüedad. Es decir, los titulares de planes podrán recuperar en 2025 las aportaciones hechas hasta 2015 y sus rendimientos; en 2026, lo aportado hasta 2016 y así, sucesivamente, cuando las aportaciones vayan cumpliendo diez años. Esta medida beneficia a alrededor de ocho millones de partícipes que antes tenían que esperar a jubilarse para rescatar su dinero.

Y es esa falta de liquidez lo que resta atractivo a los planes de pensiones respecto a los fondos de inversión y ha hecho que “desde hace años, el ahorrador medio español confíe en los fondos de inversión para canalizar su ahorro debido a las ventajas que conllevan como diversificación, gestión profesional, supervisión, control del riesgo y una fiscalidad favorable, además de ofrecer una rentabilidad muy atractiva”, señala Ángel Martínez-Aldama, presidente de lnverco.

Esta querencia de los inversores españoles por los fondos ha hecho que en 2023 su patrimonio gestionado alcanzara los 347.830 millones de euros, 41.631 millones más que en 2022, y batiera récords históricos. Una cifra muy superior a la de los planes, cuyo volumen de activos se situó a cierre del año pasado en los 84.923 millones de euros, 6.344 millones más que en 2022.