Podemos cierra el ERE y pagará 38 días por año trabajado tras despedir finalmente a 74 empleados

La formación morada acuerda esta semana el expediente de regulación de empleo que incluye finalmente al 70% de la plantilla afectada. El 64% de los despedidos son mujeres

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La dirección de Podemos: Ione Belarra; Irene Montero e Isa Serra, durante una reunión del Consejo Ciudadano Estatal en septiembre de 2022 (Marta Fernández Jara - Europa Press)
La dirección de Podemos: Ione Belarra; Irene Montero e Isa Serra, durante una reunión del Consejo Ciudadano Estatal en septiembre de 2022 (Marta Fernández Jara - Europa Press)

Podemos ha concluido este lunes las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que inició a principios de agosto tras llegar a un acuerdo definitivo con la representación de los trabajadores. Al final, la formación morada pagará 38 días por año trabajado a 74 empleados que pierden su empleo. Podemos justificó el ERE tras los malos resultados obtenidos en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo y su pérdida de poder en las generales de julio, que han conllevado una fuerte caída de ingresos.

El acuerdo ha sido ratificado por mayoría, pero no con unanimidad. Ahora pasará al ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz para que la autoridad laboral competente lo apruebe. Finalmente, han sido despedidos trabajadores de la organización estatal y de ocho federaciones autonómicas: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Galicia, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana. Y aunque al inicio de las negociaciones también estaba afectada la única trabajadora de la federación de Cantabria, esta se ha salvado del ERE.

Varios trabajadores afectados por los despidos han explicado a Infobae España que ha “faltado tacto” en todo el proceso negociador, realizado con cierta celeridad en agosto, un mes estival por excelencia “que, por ejemplo, ha dificultado que contáramos con el apoyo de nuestros asesores legales por culpa de las vacaciones”. Además, “ha habido cierta opacidad, ya que lo normal es que en un ERE la empresa, en este caso Podemos, facilite toda la información relativa a la antigüedad de los trabajadores, sus sueldos, cotizaciones y otros datos contables. Esta información se ha entregado con cuentagotas”.

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Otro trabajador asegura que “no hubiera estado de más humanizar este proceso negociador, ya de por sí tan traumático. El partido ha delegado como interlocutores en abogados y en algunos casos en la gerente, pero nunca ha aparecido, por ejemplo, la secretaria de organización, Lilith Verstrynge. No hubiera estado mal que los máximos responsables del partido nos hubieran intentado justificar los despidos. No somos números, somos personas”.

El acuerdo obtenido, no obstante, no es malo. La reforma laboral regula una indemnización máxima de 33 días por año trabajado. Se han conseguido cinco días más, hasta 38. “Los trabajadores más antiguos estaban contratados desde 2015, pero había más de una veintena que llevaban trabajando en Podemos desde 2022, por lo que la indemnización que se van a llevar es escasa”, señalan las fuentes consultadas, que destacan como dato llamativo que el 64% de los despedidos son mujeres.

La vicepresidenta segunda en funciones, ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz (Alejandro Martínez Vélez - Europa Press)
La vicepresidenta segunda en funciones, ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz (Alejandro Martínez Vélez - Europa Press)

Los 74 trabajadores despedidos suponen el 70% de la plantilla afectada inicialmente por el ERE. Al final se han conseguido salvar 27 empleos, la gran mayoría en Madrid. “Otro dato llamativo, de los que se quedan, el 82% son hombres y solo el 18%, mujeres”, destacan las mismas fuentes. Antes de iniciar las negociaciones, Podemos había remitido un escrito a los trabajadores afectados anunciando una “profunda reorganización en todos los ámbitos para adecuarnos al descenso de recursos” tras los resultados electorales.

Menos poder, menos ingresos

La ecuación es sencilla. A peores resultados electorales, reducción de representación pública y menos ingresos. Podemos señaló entonces a sus empleados que el nuevo escenario que se abría tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo y las generales de julio (donde Podemos se encuadró dentro de Sumar) justificaban importantes reajustes para mantener el “firme objetivo de asegurar la acción política de Podemos y garantizar el avance de las políticas transformadoras”. Podemos ha argumentado que los resultados electorales han reducido sus ingresos en torno al 80%, por lo que el ERE era necesario.

El pasado 28 de mayo Podemos perdió 32 diputados autonómicos, al pasar de 47 a 15, y desapareció en los Parlamentos de cinco de las doce comunidades donde hubo elecciones (Madrid, Valencia, Canarias, Castilla-La Mancha y Cantabria). En Aragón, Asturias y Baleares pasaron a tener un solo representante autonómico. Aunque en Galicia no hubo comicios en mayo, Podemos ya se había quedado sin representación en las elecciones anticipadas de 2020.

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Los únicos territorios que de momento no se han visto afectados por el ERE son Navarra, Extremadura, La Rioja, Murcia, País Vasco, Castilla y León, Andalucía y Cataluña. A nivel estatal, Podemos solo ha obtenido representación con cinco diputados de los 31 que logró Sumar en las generales de julio. Según el acuerdo firmado por los morados y Yolanda Díaz, a Podemos le corresponden el 23% de los recursos económicos procedentes de las subvenciones electorales. Es decir, que el partido dirigido por Ione Belarra ingresará 1,6 millones de euros (en 2019 consiguieron 5,1 millones). Esta fuerte caída de ingresos ha sido el principal motivo del ERE.

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