La decisión del Gobierno de habilitar el pago de la propina a través de medios electrónicos, concretada la semana pasada mediante un decreto, generó un fuerte rechazo en el principal gremio alcanzado por la norma: el de los trabajadores gastronómicos. Tras publicarse la medida, la respuesta inmediata fue silencio. Si bien tenían intenciones de emitir un breve comunicado ese mismo día, finalmente no lo hicieron. Sucede que el decreto no salió como el sector esperaba, y ello provocó malestar y muchas dudas sobre la futura reglamentación, que deberá estar lista en los próximos 90 días.
“Fuimos consultados por el gobierno y le dimos el visto bueno a que se pueda pagar la propina de forma digital, pero le hicimos varias observaciones al borrador de decreto y cuando salió, no tenía nada de lo que habíamos hablado. Estamos esperando al secretario general (Luis Barrionuevo) para tener una reunión urgente y pedir un encuentro con las autoridades”, manifestó a Infobae el secretario gremial de la Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra), Juan José Bordes.
Desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, en tanto, aseguraron que “el tema se dialogó previamente con todas las partes y se llegó a un consenso, fruto del cual salió la norma”. “Esto va en beneficio de los trabajadores porque cada vez más gente usa medios digitales; ello va a redundar en un volumen mayor de propinas, ya sea en las cuentas de los trabajadores o en cuentas especiales”, agregaron las fuentes.
Según remarcó el representante gremial, para el sector es una necesidad blanquear las propinas, ya que el trabajo se cayó entre 30 y 35% y la propina se resiente con el uso de las tarjetas; porque los empresarios no quieren hacerse cargo de recibirlas por la vía digital debido a la carga tributaria que deben afrontar. Además, si el dueño de un restaurant aceptaba que se abone la propina de este modo, antes del reciente decreto, quedaba blanqueado ese aporte para eventuales juicios futuros.
Pero el artículo 1° del decreto dice expresamente que se “modifica el artículo 113 de la Ley N° 20.744 (de Contratos de Trabajo), que quedará redactado de la siguiente manera: “Art. 113. Propinas. Cuando el trabajador, con motivo del trabajo que preste, tuviese oportunidad de obtener beneficios o ganancias, en concepto de propinas o recompensas, no serán considerados como parte de la remuneración”. Este punto es justamente uno de los que generó conflicto con el gremio, ya que, aseguró Bordes, “la propina es y siempre ha sido parte del salario”.
“Queremos que el trabajador se lleve la propina. Pensamos que no se puede tocar eso porque es parte del salario. Siempre fue parte del salario. Esto es algo que los empresarios estuvieron hablando con el gobierno porque todo lo que le propusimos no se puso en el decreto. Hoy tenemos reunión del consejo directivo acá para pedir una audiencia con el gobierno para ver cómo se regula”, enfatizó el secretario gremial. Bordes también cuestionó el hecho de que el cambio en la LCT fuerce al sindicato a cambiar el convenio colectivo.
También preocupa a los trabajadores el impacto que tendría el pago del impuesto a las Ganancias, si se engrosan sus transferencias a las cuentas bancarias todos los meses. Desde el gobierno aseguran que las propinas estarán exentas del pago de cualquier impuesto. Además, al oficializar en el decreto que esa compensación no es parte del salario, quedaría eximido del pago de ese tributo. De todos modos, los trabajadores consideran que debe regularse en la reglamentación de tal forma de que no queden dudas al respecto.
Según explicó a este medio Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), “así como está redactado, las propinas caerían en la base de cálculo para el impuesto a las ganancias (por el artículo 82 de la nueva Ley de Ganancias)”. Pero consideró que seguramente las eximan vía la reglamentación de la AFIP. “Van a decir algo así como que son un regalo de los consumidores a los trabajadores, que no tiene nada que ver con el hecho del trabajo”, consideró el analista.
Sobre la norma que excluye a la propina de la remuneración, Campos explicó: “Hasta ahora, eran consideradas parte de la remuneración (textual del art. 113 de la LCT) y, por ende, formaban parte de la base para el cálculo de los rubros indemnizatorios. Obviamente, esto tenía que probarse, pero había muchos fallos de la justicia laboral en esa línea. Al cambiar ese artículo, ya dejan de ser consideradas parte del salario, lo que las deja afuera de la base de cálculo para la indemnización”.
El secretario gremial de la Uthgra también planteó que quieren saber “cómo se recaudará la propina, quién se va a hacer responsable de ese dinero y cómo se reparte. Los empleadores no quieren saber nada de esa discusión. Y el reparto no es igual en todos los establecimientos. A veces va todo a un pozo comun y luego se distribuye, pero otras el mozo le da un porcentaje al personal de cocina, por ejemplo”, dijo el gremialista.
El artículo 2° del decreto afirma: “Los comercios y establecimientos de los sectores gastronómicos, hoteleros y afines, expendedores de combustibles, entregas a domicilio y demás rubros en cuyas relaciones de consumo sea costumbre recibir propinas, deberán tener disponible la opción de su recepción para los trabajadores a través de medios electrónicos. El ofrecimiento deberá garantizar la libertad del consumidor respecto de la modalidad de entrega y la cuantía que voluntariamente éste defina”. En otro decreto, el Gobierno eximió a las propinas del pago del impuesto al cheque.