Viajar en febrero: tres destinos poco frecuentes para gastar menos y evitar las multitudes

Si bien enero es el mes típico para tomarse vacaciones, hay quienes prefieren hacerlo en febrero ya que así no sólo se pueden conseguir mejores precios, debido a la menor demanda, sino que además se puede disfrutar de un descanso lejos de lejos de altas concentraciones de turistas.

Ambas variables si potencian cuando se elige visitar un destino poco conocido, por fuera del circuito turístico más popular. La Argentina cuenta con innumerables alternativas, algunas más propicias que otras para viajes cortos, entre los que se destacan 3 destinos ideales para viajar en febrero y disfrutar de unas vacaciones accesibles y lejos de las grandes muchedumbres.

1. Esteros del Iberá, Corrientes

Este destino es ideal para los que buscan un sitio tranquilo y rodeado de las más virgen naturaleza. Ubicado en la provincia de Corrientes, cuenta con una extensión de 1.300.000 hectáreas y la forma más fácil de llegar es por la Colonia Pellegrini, la ruta más preparada para el turismo.

Transporte: la forma más sencilla acceder a los Esteros del Iberá es con vehículo propio, pero en caso de no poder o no querer hacerlo, existe un colectivo que parte a las 16 horas desde la terminal de Mercedes por $2.250 pesos aproximadamente. También existen transfers, para unas 4 o 5 personas que cuestan alrededor de $45.000 ida y vuelta.

Alojamiento: en la Colonia Pellegrini se pueden encontrar hospedajes desde los $23.611 en una habitación estándar para 3 personas en una posada con desayunos, wifi, aire acondicionado y estacionamiento. También hay opciones más caras a partir de los $86.170 pesos por noche para dos personas en una posada con acceso privado a la laguna, piscina al aire libre, restaurante y jardín; además de incluir dos actividades diarias.

Excursiones: los paseos en lancha salen alrededor de $5.000, las cabalgatas que se realizan por campos privados cuestan alrededor de $3.500, las caminatas por el parque provincial salen $3.000 con guía incluido y las caminatas nocturnas, que duran cerca de una hora en el parque nacional, también cuestan alrededor de 3.000 pesos. Estas tarifas son por persona y pueden variar dependiendo del tamaño del grupo.

2. Villa Pehuenia, Neuquén

Cuando se piensa en la Patagonia argentina las primeras ciudades que se aparecen en la mente son Bariloche, San Martín de los Andes y El Calafate, sin embargo, hay otra localidad que no tiene nada que envidiarles y donde también se pueden encontrar paisajes de lo más encantadores.

Se trata de Villa Pehuenia, ubicada a 310 kilómetros de la ciudad de Neuquén, allí se pueden realizar diferentes actividades como trekking, canopy, kayak, entre otras, además de disfrutar de los pasiajes naturales que ofrece los lagos y lagunas de la zona como el Moquehue y el Aluminé.

Transporte: para llegar a Villa Pehuenia es necesario hacerlo en transporte terrestre. Hay colectivos desde Neuquén capital que cuestan alrededor de $7.000, o bien se puede acceder en vehículo propio.

Alojamiento: en cuanto a los alojamientos, se pueden encontrar habitaciones en base doble desde los $21.000 pesos la noche, hasta chalets privados de una habitación por aproximadamente 50.000 pesos.

Excursiones: hay diferentes excursiones que pueden realizarse de forma gratuita, y otras que hay que pagar como lo son las embarcadas, una de ellas, por $16.000 por persona, contempla la visita a los lagos Aluminé y Moquehue, partiendo desde San Martín de los Andes; o bien se puede contratar un circuito de rafting de grado 4 por $9.500 por persona.

3. Los Antiguos, Santa Cruz

Cerca de la frontera santacruceña con Chile se encuentra Los Antiguos, un oasis verde en medio del desierto, a orillas del gigantesco Lago Buenos Aires. El poblado es pequeño y se lo conoce como “la capital nacional de la cereza”.

En sus cercanías se puede visitar la conocida Cueva de las Manos, y además realizar muchas actividades al aire libre como trekking, ciclismo, visitar miradores, estancias, conocer un salar y hasta realizar una excursión en la “tierra de colores”, una pequeña quebrada donde la tierra toma unas tonalidades rosas y amarillas que parecen artificiales.

Transporte: la forma más sencilla para acceder a este destino es hacerlo en vehículo propio, no obstante, existe la posibilidad de hacerlo en micro desde El Chaltén, estos servicios cuestan alrededor de $5.700 por persona.

Alojamiento: por tratarse de un sitio pequeño hay pocas opciones, según lo que este medio pudo averiguar, los alojamientos más económicos parten de los $9.300 pesos la noche para dos personas en una hostería simple, y alcanzan tarifas que rondan los $34.000 por noche para dos personas en un bead and breakfast con bar, jardín y baño y cocina compartida.

Excursiones y accesos: tal como se detalla en el sitio web oficial, el ingreso a la “Cueva de las Manos” cuesta $600 para argentinos, $2.000 para extranjeros y $300 para residentes de Santa Cruz.

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