Bogotá aseguró la financiación total del Metro para 2026 mediante la aprobación de dos créditos internacionales por 1.060 millones de dólares.
Según confirmó el alcalde Carlos Fernando Galán desde la sede del Banco Mundial en Washington D.C., Estados Unidos, según se ve en el más reciente video que publicó en su cuenta de X, este respaldo financiero proviene del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y permitirá que el proyecto alcance cerca del 90% de avance durante el próximo año.
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La noticia fue comunicada de manera oficial por el mandatario local, que confirmó las implicaciones para la transformación de la movilidad en la capital colombiana, una demanda insatisfecha durante más de ocho décadas.
La operación incluye recursos del Banco Europeo de Inversiones, entidad que se suma a la participación del Banco Mundial y el BID.
El alcalde Galán destacó que “con estos recursos, sumados a los del Banco Europeo de Inversiones, tenemos garantizada la financiación del Metro para el próximo año”, en palabras recogidas en un comunicado institucional.
El mandatario precisó que la primera línea del Metro de Bogotá superará el 90% de avance en obra el próximo año, lo que representa un hito trascendental.
Según fuentes oficiales, la aprobación de los créditos asegura la continuidad ininterrumpida de los trabajos hasta la finalización del proyecto, despejando dudas sobre el futuro de la infraestructura.
El alcalde reiteró: “Eso nos va a permitir llevar el proyecto a cerca del noventa por ciento de avance. El proyecto sigue avanzando y blindamos la financiación para despejar el camino del proyecto que está esperando Bogotá hace ochenta años”.
La Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano impulsa transformación en el corazón de Bogotá
Un ambicioso desarrollo inmobiliario en la Calle 26 de Bogotá avanza con la meta de transformar una zona degradada en el corazón de la ciudad en un polo de vivienda, oficinas y comercio, articulado con los principales sistemas de transporte como el metro de Bogotá.
El proyecto, liderado por la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá (RenoBo), prevé la construcción de 521 viviendas y la renovación de tres manzanas entre las calles 24 y 24B con la avenida Caracas, donde convergerán el metro de Bogotá, el RegioTram de Occidente y el sistema Transmilenio. La culminación está prevista para 2038, con una inversión estimada de 850.000 millones de pesos (aproximadamente USD 200 millones), según declaraciones de Emmanuel Cáceres, representante legal de Bonus Banca de Inversión, a El Tiempo.
En la fase inicial, la firma Bonus Banca de Inversión dispone de ocho meses para definir la estructura financiera, técnica y legal del proyecto, así como para acompañar la selección del desarrollador inmobiliario encargado de la ejecución.
La firma de la estructuración final incluirá la responsabilidad de atraer un fondo, un desarrollador o un colaborador que gestione las tres manzanas, con el objetivo de iniciar las obras en agosto del próximo año. Según Cáceres, la expectativa es que un actor privado asuma el desarrollo conforme a los requisitos establecidos, entregando como contraprestación la mayor cantidad posible de metros cuadrados para oficinas de la administración distrital.
El modelo de financiación proyecta que el 70% de los recursos provendrá de deuda y el 30% de capital propio, lo que orienta la búsqueda hacia grandes actores de los sectores de infraestructura e inmobiliario. La iniciativa se enmarca en una estrategia de aprovechamiento de terrenos públicos que permanecieron en desuso durante más de una década, con el propósito de revitalizar el entorno y consolidar el sistema intermodal de transporte de la ciudad. Carlos Felipe Reyes, gerente general de RenoBo, explicó que el proyecto no solo implica la construcción de nuevas viviendas y locales comerciales en un área de 1,49 hectáreas, sino también la consolidación de un legado arquitectónico y urbanístico para Bogotá.
La administración de Carlos Fernando Galán ha dedicado dos años a habilitar las condiciones legales, jurídicas, territoriales y físicas necesarias para el desarrollo, según Reyes.
El gerente destacó que la zona, antes en deterioro, fue objeto de reuniones con la comunidad y los vecinos, quienes solicitaron el cierre de las manzanas para preparar el terreno. Además, existe un convenio con el Jardín Botánico, y en el área funciona el Jardín Estación Central, un espacio con más de 5.000 especies de plantas que sirve como punto de traslado de árboles a proyectos del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y otras entidades. Reyes subrayó que esta característica contribuye a atraer inversiones al proyecto.