En medio del creciente debate electoral rumbo a las presidenciales de 2026, el candidato Juan Daniel Oviedo lanzó una advertencia clara, donde el próximo mandatario deberá enfrentar tres graves amenazas económicas o “minas quita patas” que, según él, están “bien enterradas” y podrían poner en riesgo la estabilidad del país si no se abordan con seriedad y lejos de la polarización.
Durante una entrevista con Blu Radio, analizó el panorama político actual, criticó la lectura simplista de las encuestas y defendió la necesidad de construir consensos moderados frente a los desafíos que vivirá Colombia durante los próximos años.
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Fragmentación del electorado y rechazo a los extremos
Según Juan Daniel Oviedo, la más reciente encuesta de Invamer expone un país políticamente dividido. El estudio muestra que cerca de un tercio de la población respalda la continuidad del proyecto del gobierno de Gustavo Petro, pero la mayoría busca alternativas distintas, aunque sin una voz ni proyecto unificado. “Hay una fuerza que reconoce y respalda el proyecto del presidente Petro y una fuerza mayoritaria que está buscando alternativas“.
El análisis de Oviedo señala que la aparente polarización no configura una decisión finalizada ni definitiva. Rechazó el “antipetrismo acérrimo” e insistió en la importancia de “alejarse de las posturas extremas”, proponiendo en su lugar “consensos en torno a propuestas sensatas”.
La encuesta según el político refleja un alto nivel de indecisión con 11,3% del total y al menos treinta nombres de precandidatos, lo que, según Oviedo, desacredita cualquier conclusión anticipada sobre el resultado electoral.
Desafíos económicos: las tres “minas quita patas”
Uno de los puntos centrales de la intervención de Oviedo fue la advertencia sobre los retos económicos inmediatos que afrontará el próximo presidente. Identificó tres amenazas principales:
- Inseguridad energética
De acuerdo con el análisis de Oviedo, “la irresponsabilidad en la política energética nacional puede llevar a un apagón y una desaceleración productiva, provocando incluso conflictividad social”. El candidato hizo hincapié en que la actual gestión del sector presenta riesgos estructurales, una preocupación reiterada por diversos sectores económicos del país.
- Insostenibilidad fiscal
Oviedo fue enfático en señalar que el gobierno entrante recibirá “un país al borde de la quiebra”. Enfatizó en que los indicadores muestran un déficit fiscal histórico. Según sus palabras: “El próximo gobierno tendrá que ejercer una visión de desarrollo y futuro de la mano con el sector privado pero en un entorno fiscal muy limitado”.
Además, calculó que, al estar vigente la Ley de Garantías durante el último semestre de la actual administración, las alarmas aún no se prenden, pero la vulnerabilidad financiera se hará evidente tras la transición de mando.
- Economía basada en el consumo
La tercera advertencia señala que el crecimiento económico reciente se sostiene principalmente sobre el consumo interno, un modelo que, según Oviedo, “no es sostenible a largo plazo”. Explicó: “Estamos pasándola bien ahora, pero ese crecimiento acelerado del consumo traerá un fuerte ajuste en agosto de 2026”. Comparó el ciclo actual con el periodo navideño: los colombianos gastan más por unas condiciones económicas favorables y, pasado el efecto, tendrán que enfrentar las consecuencias.
En su diálogo con la emisora detalló que variables como el bajo precio de alimentos y una reducción reciente en la inflación ofrecen una sensación de bonanza, aunque sus proyecciones apuntan a un ajuste inminente que impactará en el empleo y los salarios.
Hacia consensos alejados de la polarización
Juan Daniel Oviedo propuso que el debate presidencial, lejos de simplificar el escenario en una confrontación binaria, debe centrarse en ofrecer alternativas con visión de futuro y responsabilidad social. Insistió: “Necesitamos gente capaz de manejar el futuro económico del país, y la ciudadanía debe elegir opciones preparadas y responsables”.
Consultado sobre su participación en mecanismos de consulta interpartidista hacia marzo de 2026, Oviedo confirmó su interés en expresar esta voluntad, aunque advirtió que no se sumaría a agrupaciones que defiendan posturas extremas o base su discurso en antagonismos personales.
Su llamado va dirigido a construir opciones de centro, capaces de congregar liderazgos con posturas diferentes pero unidas “por un futuro sensato, ordenado y lejos de los extremos”, recopiló.
La invitación de Oviedo es asumir el proceso electoral de 2026 con responsabilidad, conscientes de los desafíos económicos y sociales, y sin caer en narrativas polarizadoras.