La tensión entre el Congreso de la República y el gobierno de Gustavo Petro ha aumentado en las últimas semanas, en medio de debates clave sobre el presupuesto nacional y las reformas estructurales propuestas por el Ejecutivo.
Lidio García, presidente del Senado de Colombia, advirtió en entrevista con Semana que la aprobación del presupuesto es esencial para la estabilidad del país, pero subrayó que el Senado mantendrá su independencia frente a las iniciativas del Gobierno.
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Además, expresó su preocupación ante la posibilidad de una descertificación de Estados Unidos a Colombia, lo que pondría en riesgo cientos de millones de dólares en ayudas internacionales.
“El presupuesto deben aprobarlo, lógicamente, con las sugerencias y los aportes que hagan las comisiones económicas del Congreso, porque creo que eso va a tener un final feliz y de mucha conveniencia para el país”, afirmó el senador.
En cuanto a la reforma tributaria, García fue enfático al señalar que no ve posibilidades de que prospere en el actual contexto preelectoral. “En estos momentos, una tributaria sería un tiro al pie para todos los que vamos a aspirar, o los que vayan a aspirar, por impopular y por poner más impuestos a los colombianos”, declaró.
El presidente del Senado recordó que durante la campaña se prometió eliminar tributos y que el Partido Liberal, al que pertenece, no respalda la iniciativa, especialmente en un momento en que la ciudadanía rechaza nuevos gravámenes.
“Ya si los votos los tienen o no, es un tema del Gobierno. Seré garantista, aunque no apoyaré ese tipo de iniciativas. En el Partido Liberal no estamos de acuerdo con eso y menos en estos momentos en los que el país no aguanta un impuesto más”, explicó Lidio, al medio mencionado.
Sobre la posibilidad de que el Ejecutivo recurra a una emergencia económica si la reforma tributaria no se aprueba, García consideró que cualquier medida debe ajustarse a la ley y la Constitución, aunque no percibe ese escenario como probable. A su juicio, una reforma tributaria no resolvería todos los problemas del país.
El proyecto de Paz Total, otra de las banderas del Gobierno, tampoco cuenta con el respaldo del presidente del Senado. García manifestó su escepticismo sobre la viabilidad de alcanzar una paz integral, argumentando que la situación de seguridad se ha deteriorado y que los grupos armados han recuperado presencia en varias regiones.
“No creo en la paz total. Para mí no existe, no existió ni va a existir porque el tiempo se acabó”, sentenció en la entrevista.
La independencia del Senado, según García, ha sido una constante en los últimos años. Explicó que cada congresista vota según su criterio, sin presiones externas ni compromisos con el Ejecutivo. “Porque el Senado es independiente y cada congresista vota como cree que debe hacerlo, sin dejarse presionar y sin tener que cumplirle a alguna persona o Gobierno”, enfatizó ante el medio mencionado.
En relación con la reforma a la salud, García reconoció la necesidad de cambios en el sistema, pero insistió en que cualquier modificación debe ser producto de la concertación y el diálogo con expertos y usuarios.
Consideró que el sistema actual tiene aspectos positivos que deben preservarse y mejorarse, y criticó la tendencia a descalificar propuestas según su origen político. “Yo le digo sí a una reforma, pero concertada, discutida y donde se propongan iniciativas, vengan de cualquier sector político”, puntualizó.
Respecto a la disposición del Gobierno para negociar, el presidente del Senado relató que ha conversado con el presidente Petro sobre la necesidad de revisar las “líneas rojas” que han obstaculizado acuerdos en el pasado. Aunque evitó anticipar la postura del Ejecutivo, reiteró la importancia de mantener el diálogo abierto.
“Espero que la relación (con Gustavo Petro) se mantenga y se pueda discutir amablemente y sin irrespeto, porque yo no soy tan decente como Efraín Cepeda. No tengo muy buen temperamento y no tolero que me digan de todo. Lo único que pido es que respeten al Congreso y lo voy a hacer respetar hasta el último día que esté presidiendo el Senado”, afirmó.
El ambiente se tensó tras la elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional, cuando el presidente Petro calificó al Congreso de “mentirosos sucios”. García rechazó enérgicamente esas declaraciones y defendió la transparencia del proceso, señalando que si se hubiera elegido a la candidata promovida por el Gobierno, la percepción habría sido distinta.
En el plano político, García consideró positiva la posible candidatura de Álvaro Uribe Vélez al Senado, al estimar que su presencia enriquece el debate legislativo.
“Creo que eso es enriquecedor para el escenario político. Cuando estaban Álvaro Uribe y Gustavo Petro, el debate era muy enriquecedor. Un expresidente como Uribe engalana el escenario legislativo", respondió Lidio
El presidente del Senado expresó preocupación por la proliferación de precandidatos presidenciales, que a su juicio fragmenta el panorama político y dificulta la construcción de consensos. Destacó que la izquierda ha avanzado en la organización de su mecanismo de selección, aunque aún no cuenta con un candidato definido.
Consultado sobre la propuesta de Alfredo Saade de cerrar el Congreso, García la desestimó por considerarla oportunista y contraria a la Constitución. Aseguró que en Colombia habrá elecciones en 2026 y que el presidente Petro le ha reiterado su compromiso de dejar el cargo en la fecha prevista.
“Esto no es Venezuela y aquí la Constitución se respeta. En Colombia habrá elecciones sin problema”, sostuvo Lidio.
Finalmente, García alertó sobre el riesgo de que Estados Unidos descertifique a Colombia, lo que pondría en peligro ayudas económicas por USD 453 millones en diversos sectores.