El presidente de la República, Gustavo Petro, volvió a pronunciarse el martes 12 de agosto sobre el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, que falleció el lunes 11 como consecuencia de un atentado sicarial ocurrido el 7 de junio en el barrio Modelia, en Fontibón.
El jefe de Estado ya había expresado su pésame y rechazo a la violencia el día anterior, a través de un mensaje en su cuenta de X. En esta nueva intervención pública, durante la ceremonia de ascenso de generales en la Escuela General Santander, profundizó en sus críticas contra quienes —según dijo— manipularon la condición de salud del legislador con fines electorales.
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“Me ha dado asco hasta vomitar ver cómo un ser humano, en condiciones de indefensión completa, lo han manipulado políticamente y solo para ganar unos votos. Otros, otros, no él, porque ya sabían que él no podía. No se manipula un ser humano. La dignidad humana está por encima de todo. Cualquiera que sea su pensamiento, y lo dice alguien que no es capaz de odiar en su corazón”, manifestó Petro.
En su mensaje del 11 de agosto en X, Petro había escrito: “Mi sentido pésame a la familia del senador Miguel Uribe Turbay, y a las y los colombianos todos. La vida está por encima de cualquier ideología”. El mandatario subrayó que su gobierno ha defendido “el proyecto del cuidado y la expansión de la vida”, pero reconoció que este crimen golpea directamente ese propósito.
En sus declaraciones recordó que Colombia ha pasado por distintos ciclos de violencia política. “La violencia en Colombia viene siendo derrotada a través de las últimas décadas. Después de un genocidio político desatado entre liberales y conservadores, que dejó 300.000 campesinos muertos, después de otro genocidio político, cometido contra la izquierda del país, hemos pasado a una violencia centrada en las economías ilícitas, que se arrincona, cada vez más, en las fronteras y los puertos. Pero la muerte nos da sorpresas y nos asalta aún”, señaló.
Resaltó además la paradoja de que este crimen haya ocurrido “en un gobierno progresista, amante de la vida”, y que la víctima fuera un senador de la oposición, insistiendo en que la democracia no puede ceder ante el uso de la violencia como herramienta política.
Petro indicó que la investigación, actualmente a cargo de la Fiscalía, ha tomado un rumbo distinto al inicialmente difundido. “Sus causas, aún en averiguación, marcan por ahora, un camino muy diferente al que inicialmente y de manera prejuiciada, se insinuó. La investigación debe profundizarse. Y serán las autoridades competentes para ella, ayudada por expertos internacionales, quienes se pronunciarán en su momento”.
Reiteró también que su gobierno garantiza la seguridad de todos los aspirantes presidenciales, sin distinción ideológica. “Sea de cualquier ideología, la persona y su familia, su vida y su seguridad es, para el gobierno, la prioridad. No hemos perseguido a ningún miembro de la oposición, ni lo haremos. Para nosotros, que hemos sido perseguidos y nuestros amigos asesinados, es una de nuestras prioridades”.
El mandatario subrayó que “no es la venganza el camino de Colombia. Por venganzas llevamos décadas de violencia. No más. Por eso estamos tristes, nos duele la muerte de Miguel, como si fuera de los nuestros. Es una derrota. Cada vez que cae un colombiano asesinado, es una derrota de Colombia y de la Vida. Por eso lo que queda es el duelo y seguir adelante”.
Homenajes póstumos en el Capitolio
Tras su fallecimiento, el cuerpo de Miguel Uribe Turbay fue trasladado al Salón Elíptico del Capitolio Nacional, en Bogotá, donde se instaló una cámara ardiente para que familiares, congresistas y ciudadanos puedan rendirle homenaje. El acto, que se extenderá hasta el miércoles 13 de agosto, forma parte de los honores oficiales que el Congreso ofrece a figuras públicas relevantes.
Más allá del homenaje protocolario, este episodio ha reavivado el debate sobre la seguridad de los líderes políticos, particularmente en tiempos electorales, y ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar medidas de protección.