Estas son cinco razones por las que mercar en Colombia es más barato desde abril

Desde abril, comprar alimentos y bienes se ha vuelto más económico para los consumidores, revelándose una notable disminución de la inflación, que se situó en el 7,16%, una cifra considerablemente más baja en comparación con la tasa del 12,82% registrada el año anterior.

Esta desaceleración marcó el decimotercer mes consecutivo en el que se moderó el alza de los precios, sugiriendo un cambio en la dinámica económica que afecta directamente el bolsillo de los ciudadanos.

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La reducción en los precios se debe a una combinación de factores. Entre ellos, la caída del dólar, un menor consumo y una desaceleración económica son elementos clave detrás de este fenómeno. Esta situación contrasta notablemente con las tendencias previas, ofreciendo un respiro en medio de los retos financieros que enfrentan las familias.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), estas variables han contribuido significativamente a la disminución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), evidenciando un cambio positivo en la economía que se refleja en la reducción de costos para los consumidores.

La revaluación del peso colombiano frente al dólar ha generado un impacto significativo en la economía local, particularmente en el precio de los electrodomésticos y la tecnología.

En recientes informes del Dane, se destacó una notable reducción en los precios de varios productos durante el mes de abril, con las cámaras fotográficas y de video, los computadores, y los celulares experimentando caídas de -10.73%, -10.17% y -9.17% respectivamente.

Este fenómeno ha sido atribuido a la fortaleza adquirida por la moneda local en comparación con el dólar estadounidense, facilitando las importaciones a un menor costo.

David Cubides, jefe de investigaciones de Alianza, explicó en La República la situación económica, señalando que “el subrubro de electrodomésticos podría estar impactado por la tasa de cambio que, en términos interanuales, se ha venido moderando frente a lo que se tenía hace un año”. Esta moderación ha sido vista no solo como un indicador positivo para el sector de electrodomésticos sino también para la economía en general, contribuyendo a la disminución de la inflación.

El informe del Dane también resaltó cómo otros electrodomésticos y bienes durables han visto reducciones en sus precios. Lavadoras, secadoras, y lavavajillas registraron una disminución en su inflación de -7.97%, mientras que equipos de sonido y accesorios eléctricos pequeños observaron caídas de -6.31% y -0.69% respectivamente.

“Y esto pues es positivo, no solamente para este componente, sino en general lo que sucede con todo el componente de transables. Y esto ayuda a una caída de la inflación”, agregó Cubides, resaltando la importancia de estos cambios en la dinámica económica del país.

Es relevante notar cómo el precio del dólar ha influenciado directamente en el mercado de bienes importados en Colombia. Hace un año, la Tasa Representativa del Mercado (TRM) se situaba en alrededor de 4.500, mientras que hoy se encuentra por debajo de los 3.900, evidenciando una apreciación significativa del peso colombiano.

El reciente informe sobre el mercado agrícola ha mostrado una notoria fluctuación en los precios de diversos alimentos, marcando un aumento general en la inflación alimentaria que pasó del 1,73% anual en marzo al 2,93% en abril. Sin embargo, este panorama incluye también una disminución en el precio de productos clave como plátanos, cebolla, yuca, y maíz y sus derivados, lo que refleja una variabilidad significativa en el sector.

En el caso de los tubérculos, raíces y plátanos, se observa un incremento en el suministro de productos como el plátano, el ulluco y la arracacha. Mientras tanto, el ñame y el jengibre muestran una notable disminución en su abastecimiento, lo que sugiere un cambio en la dinámica de producción y oferta de estos bienes.

El descenso más notable se ha visto en el precio del plátano, que experimentó una baja del 30,02%, seguido por la cebolla con un 21,99%, la yuca con 21,59% y, de forma similar, el maíz y sus derivados que bajaron un 21,56%. Estos cambios de precios pueden atribuirse tanto a ajustes en el abastecimiento local como a variaciones en las demandas de consumo.

La anticipación de la Semana Santa este año, del 24 al 31 de marzo, en comparación con el periodo de celebración del año pasado, del 2 al 8 de abril, generó un impacto significativo en los costos asociados al turismo en la nación. La directora del Dane, Piedad Urdinola, explicó cómo esta variación en el calendario ha propiciado una notable reducción en los precios de servicios turísticos esenciales. Entre estos, el transporte de pasajeros y equipaje por vía aérea y los paquetes turísticos completos presentaron las disminuciones más significativas.

La reducción en los precios, especialmente en transporte aéreo con un -19,72% y paquetes turísticos en -5,95%, resalta cómo la fluctuación de fechas ha influido directamente en el coste de los viajes y estancias durante este periodo. “Esta dinámica en los precios es una consecuencia directa del cambio en la celebración de la Semana Santa”, apuntó Urdinola, al elucidar sobre cómo el adelanto de las fechas este año ha jugado un papel crucial en la economía turística del país.

El decremento de la inflación ha sido impulsado notablemente por la reducción en los precios de bienes durables como vehículos y viviendas, los cuales han visto una caída en su demanda debido a las altas tasas de interés. Según informes, categorías específicas tales como vehículos nuevos o usados, llantas, neumáticos, rines para vehículos, seguros de automóviles, así como motos y bicicletas con motor han registrado disminuciones en sus precios en el último año, porcentajes que varían desde el -0.25% hasta el -6.8%.

Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, explicó en La Republica que las altas tasas de interés establecidas por el Banco de la República son un factor determinante detrás de esta tendencia. “La baja demanda también está alentando la moderación en los precios. Justamente, como el Banco de la República aumentó sus tasas de interés y hoy en día las tasas siguen altas, creemos que eso modera la capacidad de consumo de las personas y particularmente se modera en compras que requieren préstamos, como los electrodomésticos, vehículos, etc.”, afirmó Piraján.

Los sectores afectados incluyen no solo al de automóviles y viviendas, sino también a otros relacionados con bienes de consumo duradero que requieren de financiamiento para su adquisición. La contracción en las ventas de estos productos es un indicador de cómo las políticas de tasas de interés afectan directamente al consumo.

En el actual contexto económico, marcado por el bajo consumo y la intensa competencia, los comerciantes se ven en la necesidad de ajustar los precios de sus productos para mantener su atractivo frente a los consumidores. Esta situación se refleja claramente en el sector de los productos básicos, donde artículos como el plátano y la habichuela han experimentado significativas reducciones de precio en varios puntos de venta a lo largo del país.

El plátano hartón verde, por ejemplo, ha visto una notable disminución en su valor, pasando de 4.163 a 2.781 por unidad en abril de 2023 en la central de abastos de Bogotá. Esta tendencia no es exclusiva de la capital, pues centrales como Mercar en Armenia y Santa Marta también reportaron caídas aún más pronunciadas, de hasta 1.717 y 1.442 respectivamente. “Los comercios tienen menos capacidad de subir precios e incluso pueden tener motivos para reducirlos, intentando captar compradores,” explica Piraján, destacando la dinámica actual de ajustes de precios como estrategia para atraer a una clientela cada vez más cautelosa en sus gastos.

Además del plátano, otros productos básicos como la habichuela, que registró una disminución de 1.792, así como la yuca, el fríjol verde, la cebolla junca, la arveja verde y el chócolo mazorca, han visto reducciones significativas en sus precios en comparación con el año anterior. Específicamente, en Corabastos, la habichuela mostró una de las bajas más destacadas entre estos alimentos de primera necesidad.