JEP se pronunció sobre situación jurídica de Salvatore Mancuso tras su llegada a Colombia

Tras la llegada a país de Salvatore Mancuso, ex jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), luego de casi 16 años recluido en los Estados Unidos, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) confirmó el martes 27 de febrero de 2024 el camino jurídico que deberá transitarse para determinar si el confeso criminal, que pagó en el país norteamericano pena por delitos conexos con el narcotráfico, pueda quedar en libertad, como lo ha pedido su defensa.

“La JEP informa que Salvatore Mancuso está a disposición de una juez de ejecución de sentencias de Justicia y Paz de Bogotá, quien deberá decidir sobre su solicitud de libertad condicional en relación con las tres sentencias condenatorias que ya le impuso ese tribunal”, indicó la justicia transicional, en relación con la acción de tutela que radicó el excabecilla del grupo al margen de la ley, que está por definirse por parte del Tribunal Superior de la capital de la República.

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Al respecto, el tribunal reiteró que, como quedó establecido en la decisión que aceptó el sometimiento de Salvatore Mancuso en calidad de bisagra o punto de conexión entre paramilitares y fuerza pública, “lo referente a su libertad corresponde exclusivamente al Tribunal de Justicia y Paz”. Situación que se definirá el viernes 1 de marzo, cuando a partir de las 10:0 a. m. se evalúe la petición para que pueda ejercer como gestor de paz, en designación que le dio el Gobierno.

“Esta aceptación de sometimiento, contenida en la resolución No. 3804 del 17 de noviembre de 2023, fue apelada por la defensa de Mancuso y se encuentra en curso de ser resuelta por la Sección de Apelación de la JEP”, precisó el tribunal, que con este pronunciamiento dio luces con respecto a lo que sucederá con el exparamilitar, que será recluido en el pabellón de los extraditables de la cárcel La Picota de Bogotá, en una celda de 3x4 metros de extensión.

En su caso, el ex jefe “para” fue admitido de manera excepcional debido a que es considerado un elemento “bisagra” entre las Fuerzas Armadas y el paramilitarismo, además de un “sujeto incorporado material y funcionalmente a la Fuerza Pública”.

Es válido precisar que Justicia y Paz condenó en ausencia a Mancuso en tres instancias durante 2014, mientras purgó su pena en EE. UU., por más de 2.000 delitos cometidos en ocho departamentos, por lo que recibió una pena de 40 años, que a la postre fue reducida a ocho, debido a que es la sentencia máxima que se impone en dicha jurisdicción, que admite a los que fueron integrantes del paramilitarismo y se desmovilizaron en 2005 con el proceso del gobierno de Álvaro Uribe.

A través de una carta enviada a la sociedad colombiana, Mancuso se refirió a lo que llamó su deseo de contribuir a la verdad, justicia y reparación de las víctimas que dejó el accionar de las autodefensas, pero también ratificó su deseo de cumplir sus funciones como gestor de paz, tras la designación hecha por el jefe de Estado, que le encargó la misión de acompañar los diálogos con grupos armados como parte de su política de Paz Total.

“Vengo a continuar con mis compromisos frente a las víctimas, pero al mismo tiempo, vengo a ponerme al servicio de una agenda de paz que permita evitar que Colombia sea una fábrica eterna de víctimas y dolores colectivos”, indicó Mancuso en un comunicado emitido al momento de su llegada al país, expresó el ex jefe paramilitar. Y remarcó a Petro que “tiene usted aquí a un humilde servidor” en la búsqueda de ese propósito.