ELN mantiene un intimidante control sobre poblaciones venezolanas a las que ha impuesto mandamientos para mantener el control de las zonas

En los estados de Táchira y Apure el grupo guerrillero sirve como juez controlando varios aspectos de la vida de los habitantes

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El ELN entró a territorio venezolano en 1999 con la llegada de Hugo Chávez al poder - crédito Christian Escobar Mora/EFE
El ELN entró a territorio venezolano en 1999 con la llegada de Hugo Chávez al poder - crédito Christian Escobar Mora/EFE

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), no solo tiene presencia en Colombia y opera en varias regiones del país, sino que también ha logrado establecer un régimen severo en varios municipios de la frontera con Venezuela donde ha llegado a controlar la vida cotidiana en localidades de los estados Táchira y Apure.

Así lo reveló una investigación realizada por el medio independiente venezolano Armando.info en la que, tras más de treinta entrevistas, se logró documentar que una estructura del ELN ha impuesto una especie de cartilla de normas autoritarias con siete órdenes que han afectado tanto a la Iglesia Católica como a la población en general.

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La investigación del medio citado cubrió los municipios de Delicias, Junín, Las Mesas, Seboruco, Ureña y San Antonio del estado Táchira y Páez en Apure, en la región de los Llanos, donde pudo verificar la presencia del grupo guerrillero desde hace más de una década.

Uno de los problemas a los que se han visto enfrentados los pobladores de los municipios es a la falta de control por parte del Gobierno venezolano; de este modo, la guerrilla colombiana ha ejercido una clase de hermetismo en la zona, por lo que los habitantes no tienen la posibilidad de denunciar lo que sucede.

“A ello también contribuye el hecho de que estos poblados pasan más de la mitad del día sin suministro de luz, señal telefónica o agua. Al aislamiento geográfico y de servicios se suma el hermetismo impuesto por la guerrilla, que hace que la denuncia ante organismos públicos o medios de comunicación no sea una opción factible para quienes están bajo su control”, se lee en la investigación del medio venezolano.

Otro factor que ha permitido que en las zonas de los estados Táchira y Apure el ELN tenga control sobre los pobladores fue el plan de expansión de dicha guerrilla luego de la desmovilización de las Farc tras el Acuerdo de Paz de La Habana en el Gobierno de Juan Manuel Santos.

La guerrilla del ELN controla varios municipios de los Estados Táchira y Apure con 7 reglas que son considerados como mandamientos para el buen desarrollo de las comunidades - crédito Armando.info
La guerrilla del ELN controla varios municipios de los Estados Táchira y Apure con 7 reglas que son considerados como mandamientos para el buen desarrollo de las comunidades - crédito Armando.info

Esto ha llevado a que los jóvenes de entre 12 y 15 años de estas regiones se vean obligados a enrolarse en las filas guerrilleras, pues hacer parte del grupo armado, representa para muchos la única posibilidad de trabajo o ascenso personal y una forma de tener aventuras al sentirse poderosos.

Entre los puestos que pueden ocupar los jóvenes venezolanos dentro de la organización criminal del ELN, según tres coordinadores de escuelas municipales de Junín, Táchira, está el de ser informante, contrabandistas o sicarios: “Los estudiantes hacen alianza con estos grupos porque significa poder para ellos. Muchos nos dicen: ‘¿Para qué estudiar, profe, si lo que gano en una noche contrabandeando gasolina es más que una quincena de un salario en mi casa?’”, explicó una de las profesoras de la zona.

Por otro lado, en las comunidades afectadas, las regulaciones impuestas van desde la prohibición de hablar sobre extorsión, secuestros o la propia guerrilla durante las misas, hasta restricciones en la movilidad y comunicación.

Los habitantes de las áreas bajo control del ELN deben solicitar permiso para transitar por zonas verdes y trochas y avisar de actividades comunitarias o visitas internacionales. Las entrevistas realizadas evidenciaron que la guerrilla ha aplicado castigos y penitencias a quien incumpla sus mandatos, usando la coerción y el miedo como herramientas de dominio.

Los pobladores de la zona son obligados a cumplir un horario para resguardarse en sus casas, inclusive, los habitantes de los municipios aseguraron que se mantiene un toque de queda vigente - crédito Redes sociales/Facebook
Los pobladores de la zona son obligados a cumplir un horario para resguardarse en sus casas, inclusive, los habitantes de los municipios aseguraron que se mantiene un toque de queda vigente - crédito Redes sociales/Facebook

Incluso, se han convertido en los jueces de los municipios, pues se han registrado hechos en los que el ELN ha ingresado a escuelas porque los estudiantes se estaban portando mal o habían dañado la estructura física de las escuelas, a un grupo de jóvenes se los llevaron y luego de varios días los regresaron con el cabello rapado contando que los guerrilleros los habían amarrado a palos con hormigas, pero, aún más cruel, fue el relato de las mujeres que aseguraron fueron torturadas y les quitaron las uñas.

“Nadie se atreve a cometer errores. Las personas no ponen denuncias, sino que se dirigen a ellos. Las personas quieren justicia y ellos son quienes la logran”, explicó una de las profesoras del municipio de Delicias.

El grupo armado replicó en territorio venezolano el modelo implementado en Colombia, proveer bienes y servicios a las comunidades, mientras paralelamente impone sistemas de tributación y administración de justicia propios. Esto ha llevado a que los locales entiendan que deben acudir a la guerrilla para resolver problemas comunitarios.

No obstante, la clara presencia del grupo insurgente, el ELN ha logrado afianzar un cierto “apoyo” de las comunidades, realizando acciones como la rehabilitación de escuelas y el suministro de recursos básicos, contrastando con la ausencia gubernamental.

Reportes indicaron que aun cuando las autoridades venezolanas han intentado mantenerse al margen, la presión y presencia guerrillera en la cotidianidad es inevitable, pues los habitantes parecen tener pocas opciones frente al control ejercido por el ELN, lo cual subraya la encrucijada de una población atrapada entre la violencia y la necesidad.

En los territorios que controlan, los guerrilleros del ELN obligaron a los pobladores a que los llamaran "los compas", pero con el tiempo pasó a "la familia - crédito Ernesto Guzmán/EFE
En los territorios que controlan, los guerrilleros del ELN obligaron a los pobladores a que los llamaran "los compas", pero con el tiempo pasó a "la familia - crédito Ernesto Guzmán/EFE
“La guerrilla está forzando a los jóvenes a realizar videos en los que se autoincriminan por los distintos actos que comete este grupo, ya sean explosiones de granada, extorsiones, etc. A través de los distintos operativos, hemos logrado identificar casos por estas vías o en trabajos forzosos en las fincas”, comentó William Arias, profesional de Niñez de la Delegada de Infancia, Juventud y Vejez de la Defensoría del Pueblo en Arauca Colombia.

Arias explicó que las operaciones del ELN se registran también en Arauca, departamento limítrofe con Venezuela, pues se conoció el caso de un menor que fue trasladado desde Colombia hasta el país vecino para realizar un entrenamiento militar, o viceversa, con jóvenes, de entre 13 a 18 años, reclutados en territorio venezolano que terminan delinquiendo en el país cafetero.