Colombiana se arriesgó a comer en los restaurantes peor calificiados de Miami: cómo le fue

Buscó cuáles desayunos, almuerzo y comida tuvieron las peores reseñas de todo Internet para averiguar qué tan malos eran en realidad

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Los tres restaurantes tenían reseñas negativas por demoras, falta de higiene y mala sazón - crédito Laura Mejia / Facebook
Los tres restaurantes tenían reseñas negativas por demoras, falta de higiene y mala sazón - crédito Laura Mejia / Facebook

Al estar de viaje, una de las mayores preocupaciones es encontrar un buen lugar para comer, y la creadora de contenido paisa Laura Mejía bien lo sabe. Aunque a diferencia de otros blogers, Mejía decidió no recomendar sobre dónde no comer en Miami, sino por el contrario, visitar los restaurantes con las peores calificaciones, para entender qué tan malos podrían llegar a ser.

En los sitios de reseñas por Internet bajó hasta el último lugar y se encontró con algo “bien miedoso” que, según dijo, solo le hacía pensar en “no terminar con un dolor de estómago, después de grabar el video”.

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En el desayuno, por ejemplo, tuvo que hacer la reseña desde fuera del restaurante, ya que adentro no había mucho espacio, ni un lugar en el que sentarse: “Es un lugar como para uno llegar, pedir e irse. Tuve una pequeña complicación, que me parece importante mencionar, y es que la persona que atendía no hablaba para nada inglés. No sé qué idioma hablaba, pero, la verdad, no nos pudimos atender muy bien”.

Al pedirlo con señas la persona que atendía le explicó que “tenían un menú establecido para el día; es decir, los clientes no pueden elegir, sino deben comprar el menú establecido”. Los alimentos iban empacados en un recipiente de icopor y, a su vez, en una bolsa de plástico en la que se veía regada la salsa:

“Tenemos arroz con frijoles, algo que parece patacón y dos pedazos de pollo. Yo espero que sea pollo. (En los comentarios sobre el lugar) Muchas personas criticaron el tema de la espera y, la verdad, tuvimos que esperar bastante para que nos entregaran y me sorprende porque es el menú del día, no hay opciones de pedir otro plato, pensé que, en ese caso, ya iban a tener todo listo”, detalló.

Encontró que, en realidad no eran tan malos, sino lugares promedio - crédito Laura Mejia / Facebook

Y, a renglón seguido, dio su calificación más honesta: “No es lo más delicioso que me he comido en la vida, pero tampoco es lo más horrible, muy interesante, está un poco picante (…) la verdad es que siento que fue mucha comida para mí, pero nada raro ni maluco y eso que yo soy algo complicada para la comida. Le doy un 6 de 10″.

A la hora del almuerzo, se sorprendió de encontrar entre los lugares con peor calificación a un restaurante de cadena, se trataba de un Taco Bell, en el que, a pesar de haber personal disponible, ella misma tuvo que poner a trabajar su orden.

Esperó media hora para que le entregaran su pedido y, en ese tiempo, contrario a los comentarios en redes, no encontró señales de suciedad en el establecimiento: “Siento que lo que había visto en Internet, de que era un lugar sucio, no. Yo he visto todo bien. Sí se demoraron un poco, lo tengo que admitir, pero en general todo está normal”.

Cambió el sistema de calificaciones, pero también en el almuerzo fue un poco más alta que el promedio: “Me pedí un taco y sí me lo entregaron como decían en los comentarios, venía roto, pero bueno sí está. Las papas tienen sabor a Doritos, la tortilla 6 de 10 y el burrito no es mi sabor favorito, peor creo que es un gusto personal. Todo lo demás, a parte del taco, vino muy bien, estaba bien presentad. De uno a 5 le daría un 3″.

La colombiana se llevó algunas sorpresas durante el reto - X
La colombiana se llevó algunas sorpresas durante el reto - X

Para la cena se encontró con un restaurante que, contrario a tener un establecimiento, funcionaba únicamente a través de domicilios, bajo el sistema de cocina oculta. En redes los comentarios sugerían que “la comida sabe muy feo”, “las fotos parecen editadas, porque no se parecen para nada a la comida”; lo que, la hacía sentir aún más nerviosa que con los restaurantes de almuerzo y desayuno, pues, al tener que trasladarse, había menos probabilidades de que la comida llegara en buen estado.

“Una de las críticas más grandes era que se demoraba mucho, pero no fue el caso. Lo que sí es que parece que se hubieran sentado sobre los empaques, vienen completamente aplastados. La hamburguesa se veía buena, de buena calidad, pero se también muy aplastada. Tuve que inspeccionarla porque una persona se quejó de que algo le había salido en la lechuga (…) El perro no está mal, pero tampoco es mi favorito, ojala no se repita la experiencia, porque, la verdad, no fue tan buena (…) el pollo venía acompañado por una salsa, que es la cosa más asquerosa que he probado en mi vida, pero el pollo por sí solo acaba de salvar la calificación que le iba a dar al restaurante, esta crocante y todo, está bueno”, confesó.

El mayor problema, como pensó justo antes de realizar el pedido, fue en cuanto a la presentación de los alimentos. Sus sabores eran promedio, pero el pollo fue la estrella del reto:

“No sé si las cosas me llegaron mal por tratarse de un domicilio, pero este lugar no tiene opción, no hay un restaurante. He probado restaurantes que son únicamente de domicilios y me ha ido muy bien, pero en este lugar las cosas llegaron mal, secas, excepto el pollo, en general, no fue tan buena la experiencia. Entiendo por qué tantas personas se quejan de este lugar. Como puntuación final le doy un 3″, concluyó.