Así operaba banda multinacional liderada por colombianos que robaba bancos en España

En una exitosa operación conjunta, la Guardia Civil y la Policía Nacional, de España, desmantelaron una organización criminal dedicada a perpetrar robos en entidades bancarias a lo largo y ancho del país europeo.

Los veinte detenidos, incluyendo cabecillas de la banda, fueron arrestados en diferentes puntos del país, poniendo fin a una serie de 48 hechos delictivos, que incluyen hurtos a trabajadores y clientes, robos con violencia e intimidación, así como robos con fuerza en el interior de vehículos.

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La investigación, que inició cuando las autoridades detectaron la presencia de esta banda delictiva, revela un modus operandi meticulosamente coordinado. Los criminales no se limitaban a actuar en la Comunidad de Madrid, sino que extendían sus fechorías a Andalucía y Castilla y León.

Las sucursales bancarias de Torrelodones, San Lorenzo del Escorial, Humanes, Guadarrama, Las Rozas, Leganés y la capital fueron blancos de estos delincuentes, cuyos golpes no se limitaban al hurto de dinero en efectivo, sino que también incluían la sustracción de dispositivos electrónicos de mostradores y cajas fuertes.

La organización criminal, compuesta por individuos expertos en el arte del robo, pues como si se tratara de una película al estilo de La jungla de asfalto o Baby Driver, se infiltraba de manera coordinada en las entidades bancarias, distraían a los empleados, ejecutaban sus acciones con precisión quirúrgica para que en minutos, desalojaran las entidades bancarias con altas cifras monetarias y físicas.

En otros casos, la organización criminal estudiaban las rutas y horarios de los vehículos de valores, planeado y esperando a que arribaran a los bancos en donde se llevaban a cabo los asaltos, para incrementar su botín. Además, también se disponían a robar los objetos que se encontraban en los puestos de trabajo de las instituciones financieras, como celulares o dispositivos electrónicos de los empleados.

Estos criminales no se detenían ante fronteras geográficas, lo que evidencia una movilidad entre distintas regiones en busca de nuevos objetivos. Los arrestos de los veinte individuos deja un saldo de una mujer, tres cubanos y 16 colombianos capturados.

Los hurtos perpetrados por esta organización no eran simples actos impulsivos; al contrario, eran cuidadosamente planificados, con golpes que no descendían de los 2,000 euros (8.686.959 pesos colombianos) y que en ocasiones alcanzaban los 5,000 euros (21.717.398 pesos Colombianos) en un solo atraco. La investigación conjunta permitió identificar y aprehender a los responsables, culminando con la puesta a disposición judicial de los detenidos.

En cámara de seguridad quedaron registradas algunas de las acciones de la organización criminal. En ellas destaca que los miembros, ladrones, no portaban uniforme distintivo, es decir, no seguían el estereotipo hollywoodense de portar máscaras o ropa que no permita revelar la identidad, de hecho, en varias cintas de seguridad se les puede ver los rostros, hecho que hizo más fácil su captura.

La Policía Nacional de Colombia capturó a dos importantes cabecillas del Clan del Golfo, Carlos Alberto Molina y Jhon Eduar Restrepo Chiusuque, en La Unión, Valle del Cauca.

La detención, liderada por el general William René Salamanca, supone un impacto significativo al grupo armado ilegal y se incautaron armas de alcance variado. Este acontecimiento se suma a la captura de alias Otoniel, máximo líder del Clan, y ocurre en un contexto de violencia en el país, incluida la sanción del mayor en retiro Héctor Fabio Murillo Rojas por asociación con grupos vinculados al Clan en Urabá antioqueño.

El sur de Bolívar enfrenta tensiones por disputas entre el ELN, disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, que han generado una crisis humanitaria con más de 400 desplazados. Estos enfrentamientos se dan en zonas de interés minero y el secretario del Interior de Bolívar, Raúl Vargas, ha solicitado mayor presencia de las fuerzas del orden.

El Clan del Golfo, conocido también como Clan Úsuga o Autodefensas Gaitanistas de Colombia, es la mayor banda de narcotráfico de Colombia desde 2006, surgida tras la desmovilización de las AUC.

Se dedica al tráfico de drogas, minería ilegal, extorsión y contrabando, manteniendo conflictos con el Estado y otras organizaciones por el control territorial y rutas de narcotráfico.