Atraco masivo en un bus del SiTP: ladrones con cuchillo le robaron a doce pasajeros en el sur de Bogotá

El robo lo vivieron más de una decena de pasajeros que transitaba en una ruta del articulado sobre la avenida Boyacá, en el sur de la capital

Compartir
Compartir articulo
Nuevo caso de robo en bus de SITP, en el barrio Tunal, Bogotá. Los raptores se llevaron 10 teléfonos móviles - crédito Transmilenio e Imgimage/Montaje de Infobae Colombia
Nuevo caso de robo en bus de SITP, en el barrio Tunal, Bogotá. Los raptores se llevaron 10 teléfonos móviles - crédito Transmilenio e Imgimage/Montaje de Infobae Colombia

Un nuevo caso de hurto a pasajeros de SITP se produjo en las horas de la noche del martes 24 de octubre, sobre la avenida Boyacá, cuando el bus atravesaba el sector de El Tunal, en sentido norte-sur, en el sur de Bogotá, de acuerdo con las denuncias de los pasajeros del autobús.

Según las versiones de los afectados, el hecho se produjo sobre las 7 de la noche, cuando cuatro individuos que portaban armas blancas y un revólver se subieron en al bus, que cubría la ruta K308, en el que había aproximadamente doce personas.

Los hombres comenzaron, agresivamente, a intimidar a los pasajeros, sin considerar la presencia de una menor de edad, y a despojarlos de sus artículos personales de valor, entre los que había desde celulares hasta joyas, según reportó también Citytv, en su sección El noctámbulo.

Conforme a la denuncia que las víctimas hicieron a las autoridades de la Estación de Policía de la avenida Primero de Mayo con avenida Boyacá, los presuntos ladrones se llevaron a la fuerza al menos 10 teléfonos móviles de alta gama, dinero en efectivo, maletas, y las mencionadas joyas. No obstante, un hecho que llamó la atención de las autoridades habría sido la parada del conductor del bus, quien se detuvo en una parada que no es la permitida, y allí, el grupo de presuntos agresores aprovechó para irrumpir en el vehículo del Sistema Integrado.

El conductor habría frenado en un paradero no permitido

El bus paró en un lugar que no era el paradero y abrió las puertas de adelante y se subió un tipo. A lo que se subió él, sacó cuchillo y nos dijo “quietos”. El que se quedó en la puerta sacó un arma y abrieron la puerta de atrás. O sea, no entiendo por qué el conductor abrió la puerta de atrás”, testificó una de las víctimas al canal.

En medio de la exaltación ocasionada por el sorpresivo ataque, los pasajeros no lograron hacer nada y, apenas los agresores terminaron de ejecutar su acción, huyeron: “No, se bajaron como si nada, pasaron la Boyacá y se metieron en un potrero”, relató una vez más uno de los ciudadanos robados. Aún así, charlaron con el conductor que los llevó a la comentada estación de Policía.

“Comenzamos una discusión con el tipo del SITP a preguntarle que por qué había parado, él no sabe responder nada. Le decimos que avise, que llame a la Policía, que por favor colabore, pero él no; simplemente cierras las puertas y él comienza a avanzar y ya. Hace de cuentas como si no fuera con él. Entonces ya de tanto que discutimos y discutimos con él, el viene y nos trae hasta acá, al CAI”.

También afirmó que debido al trayecto y al tiempo que pasó desde el suceso hasta el momento en el que recurrieron a las autoridades la búsqueda de los victimarios podría ser infructuosa.

Los pasajeros denunciaron falta de apoyo para interponer la denuncia

Pese a que acudieron a la Policía, según lo que contó el pasajero perjudicado, además padre de la menor que se encontraba en el bus, la atención no fue oportuna y que las autoridades no fueron solícitas para brindar asistencia para interponer la denuncia: “En el SITP hay cámaras pero pues obviamente ahí es dónde nos damos cuenta que los consorcios ponen muchas trabas, muchos problemas para un video, para facilitar para la denuncia. Lastimosamente, este es otro robo”, añadió.

La ciudadanía espera que desde la Administración Distrital, en conjunto con la Fuerza Pública, se desplieguen estrategias que ataquen este fenómeno que sigue golpeando a los ciudadanos, que cada vez se sienten más amenazados por los sorpresivos ataques de agresores que más allá de sustraer las pertenencias de los transeúntes y pasajeros, pueden llegar a quitarles la vida.