Estados Unidos buscará unir fuerzas con Europa para combatir la llegada de productos chinos

Las recientes medidas proteccionistas de la administración Biden presionan a las autoridades europeas a adoptar barreras comerciales frente a las exportaciones de China

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La investigación de la Comisión Europea podría conducir a aranceles preliminares sobre vehículos eléctricos chinos en julio (REUTERS/Brian Snyder)
La investigación de la Comisión Europea podría conducir a aranceles preliminares sobre vehículos eléctricos chinos en julio (REUTERS/Brian Snyder)

La Secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, afirmó el martes que Estados Unidos y Europa deben trabajar juntos para contrarrestar el exceso de capacidad industrial de China, advirtiendo de que una oleada de exportaciones chinas baratas representa una grave amenaza para la economía mundial.

Las declaraciones de Yellen, pronunciadas durante un discurso en Alemania, pusieron de relieve lo que se espera que sea un tema central de debate cuando los ministros de Economía del Grupo de los 7 se reúnan en Italia esta semana.

“La política industrial de China puede parecer remota mientras estamos sentados en esta sala, pero si no respondemos estratégicamente y de forma unida, la viabilidad de las empresas de nuestros dos países y de todo el mundo podría estar en peligro”, dijo Yellen en la Escuela de Finanzas y Gestión de Frankfur, donde recibió un doctorado honoris causa.

La excesiva producción china de tecnología de energía verde se ha convertido en los últimos meses en una acuciante preocupación transatlántica. A los funcionarios de la administración de Joe Biden les preocupa cada vez más que sus esfuerzos por financiar la fabricación nacional de energía limpia y otras tecnologías de nueva generación se vean socavados por el gigante asiático, que está produciendo acero, coches eléctricos y paneles solares a un ritmo vertiginoso.

La administración Biden mira ahora a Europa para ayudar al mundo desarrollado a evitar el tipo de choque chino de principios de la década de 2000, que contribuyó a diezmar la industria manufacturera a cambio de productos baratos. La semana pasada, el gobernante aumentó los aranceles sobre algunas importaciones chinas, incluyendo un impuesto del 100% sobre los vehículos eléctricos.

También dejó formalmente en vigor los gravámenes sobre bienes chinos por valor de más de 300.000 millones de dólares que había impuesto el presidente Donald J. Trump.

Janet Yellen subraya en Alemania la necesidad de una acción conjunta contra las exportaciones chinas baratas (Mark Schiefelbein/REUTERS)
Janet Yellen subraya en Alemania la necesidad de una acción conjunta contra las exportaciones chinas baratas (Mark Schiefelbein/REUTERS)

Estados Unidos espera que un frente unido convenza a China de que sus mayores socios comerciales están dispuestos a erigir barreras comerciales que impidan que los vehículos eléctricos, las baterías y los paneles chinos dominen los mercados occidentales.

Yellen enfatizó el martes que Estados Unidos no estaba tratando de llevar a cabo una política “anti-china”, pero dijo que las acciones del país asiático representaban una amenaza para la economía mundial que justificaba una respuesta coordinada.

Señaló el empuje de China para dominar la tecnología de energía limpia y otros sectores, diciendo que esa ambición “también podría impedir que países de todo el mundo, incluidos los mercados emergentes, construyan las industrias que podrían impulsar su crecimiento”.

Es probable que la tendencia hacia políticas proteccionistas se convierta en otro punto de discordia entre el gigante de Asia y las economías más avanzadas del mundo. Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, se burló de la decisión de presidente Biden de imponer nuevos aranceles a los productos chinos la semana pasada como una “maniobra política.”

“Esperamos que Estados Unidos vea con buenos ojos el desarrollo de China y deje de utilizar el exceso de capacidad como excusa para el proteccionismo comercial”, declaró Liu.

La administración Biden incrementa los aranceles sobre importaciones chinas, incluido un impuesto del 100% a los vehículos eléctricos (REUTERS/Elizabeth Frantz)
La administración Biden incrementa los aranceles sobre importaciones chinas, incluido un impuesto del 100% a los vehículos eléctricos (REUTERS/Elizabeth Frantz)

Los nuevos aranceles de Estados Unidos podrían aumentar la presión sobre Europa para que erija sus propias barreras comerciales e impida que el país asiático desvíe hacia allí una mayor parte de sus exportaciones. Las autoridades europeas ya están estudiando la posibilidad de imponer gravámenes adicionales a los automóviles chinos, que suponen una amenaza especial para Alemania.

Alrededor del 37% de todas las importaciones de vehículos eléctricos a Europa se producen en China, incluidas las marcas chinas y las fabricadas por Tesla y los fabricantes de automóviles alemanes con plantas allí. Europa es el segundo mercado mundial de vehículos eléctricos, y sus importaciones se dispararon el año pasado hasta los 11.500 millones de dólares, frente a los 1.600 millones de 2020.

La Comisión Europea está investigando si las subvenciones estatales chinas destinadas a ayudar a las empresas del país a fabricar coches baratos están perjudicando a la industria automovilística europea. El sector proporciona casi 14 millones de empleos directos e indirectos en Europa, y los seis millones de coches que exportó el año pasado generaron un superávit comercial de más de 100.000 millones de euros.

La investigación europea podría dar lugar a aranceles preliminares sobre las importaciones chinas de vehículos eléctricos ya en julio, aunque es probable que los aranceles sean muy inferiores al 100% impuesto por la administración Biden. Pero a diferencia de Europa, que ya importa coches de China, Estados Unidos ha levantado varias barreras para impedir que los coches eléctricos chinos lleguen a sus costas.

Los vehículos eléctricos de China han puesto en jaque a muchas empresas de la industria como Tesla (REUTERS/Zoey Zhang)
Los vehículos eléctricos de China han puesto en jaque a muchas empresas de la industria como Tesla (REUTERS/Zoey Zhang)

La investigación europea sobre las subvenciones chinas y si merecen aranceles ha agravado una división política. Algunos países, como Alemania, el mayor fabricante europeo de coches eléctricos, se han mostrado contrarios a la investigación. Las autoridades alemanas son reacias a imponer sanciones que puedan incitar a Beijing a dejar fuera a fabricantes de automóviles alemanes como BMW y Volkswagen.

El Canciller Olaf Scholz dijo en un discurso en Estocolmo la semana pasada: “No debemos olvidar: los fabricantes europeos, y también algunos estadounidenses, tienen éxito en el mercado chino y también venden a China muchos vehículos que se producen en Europa”. Añadió que al menos la mitad de los vehículos eléctricos importados a Europa desde China eran de marcas occidentales.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha estado presionando para “des-riesgar” la relación de Europa con China. Su enfoque está respaldado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que recibió a su homólogo chino, Xi Jinping, este mes y ha instado a Bruselas a intensificar la protección contra lo que su administración considera competencia desleal china.

La investigación de Bruselas se ha centrado menos en si China está introduciendo grandes cantidades de coches en Europa y más en cómo las subvenciones han permitido a los vehículos eléctricos fabricados por BYD, Geely y SAIC, los tres mayores fabricantes chinos de vehículos eléctricos, ofrecer precios reducidos.

El gobierno chino ha criticado a la Unión Europea por no investigar a las marcas occidentales con fábricas en China, incluida Tesla, que exporta más vehículos eléctricos de China a la Unión Europea que cualquier otro fabricante.

El Grupo Rhodium, un grupo de reflexión independiente centrado en China, afirmó que para compensar las subvenciones estatales chinas, la Comisión Europea tendría que imponer aranceles de hasta el 50% a los vehículos eléctricos chinos. Pero el grupo sugirió que tal medida sería improbable en Europa a menos que los funcionarios revisaran de forma más “drástica” las normas de la Organización Mundial del Comercio, y sugirió que unos tipos arancelarios del 15 al 30% eran más realistas.

China aumenta la producción de acero, coches eléctricos y paneles solares, generando preocupación en Estados Unidos y Europa (REUTERS/Florence Lo)
China aumenta la producción de acero, coches eléctricos y paneles solares, generando preocupación en Estados Unidos y Europa (REUTERS/Florence Lo)

Mientras tanto, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, entre ellos BYD y Great Wall Motor, están instalando fábricas en Hungría para construir automóviles que se considerarían productos de fabricación europea, lo que podría plantear problemas comerciales eventualmente con Estados Unidos.

La administración Biden observa con similar preocupación las inversiones de empresas automovilísticas chinas en fábricas de México, que podrían utilizarse para entrar en el mercado estadounidense.

Tras su discurso, Yellen declaró a los periodistas que Estados Unidos y los países europeos tienen preocupaciones diferentes en lo que respecta al comercio con China y que, por tanto, podrían utilizar herramientas distintas para abordarlas. Pero añadió que, dado que muchas de las preocupaciones sobre la fuerte subvención de las exportaciones por parte de China son ampliamente compartidas, es “más contundente comunicárselo a China como grupo”.

El planteamiento de Estados Unidos y Europa de trabajar juntos para hacer frente al gigante asiático plantea el riesgo de represalias, avivando tensiones comerciales que podrían lastrar la economía mundial. Funcionarios chinos dijeron la semana pasada que responderían a las nuevas medidas comerciales impuestas por los estadounidenses.

En una entrevista con The New York Times esta semana, Yellen argumentó que los nuevos aranceles estadounidenses eran selectivos y que no creía que China quisiera intensificar las tensiones. “Preveo alguna respuesta por parte de China, pero espero que sea moderada y proporcional”, afirmó Yellen.

(*) The Washington Post

(*) Alan Rappeport es periodista de política económica en Washington. Cubre el Departamento del Tesoro y escribe sobre impuestos, comercio y asuntos fiscales.

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