Tras el lamentable registro de 17 personas fallecidas en las protestas de Puno, se esperaba el pronunciamiento de la presidenta de la República, Dina Boluarte. Sin embargo, no apareció ayer en la conferencia de prensa que un grupo de ministros, encabezados por el premier Alberto Otárola, brindó. En el grupo estuvieron Jorge Chávez Cresta y Víctor Rojas, quienes son titulares de las carteras de Defensa e Interior, respectivamente.
Lejos de realizar una autocrítica, los ministros Chávez y Rojas justificaron la actuación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en la ciudad de Juliaca. “Instigaron y no se pudo controlar”, dijo el titular de la cartera de Interior que, además, calificó al grupo de manifestantes como una “turba” que planea “crear caos sobre el caos”. Sin embargo, también no tuvo el menor reparo para ironizar sobre las víctimas humanas. “¿Estaban buscando un objetivo? Ahí está”.
Por su parte, el titular de Defensa señaló que se tiene información sobre una presunta convocatoria para que un grupo de ciudadanos - que residen al interior del país - se trasladen hasta la capital a fin de realizar una movilización.
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“De acuerdo a las informaciones que nosotros tenemos de Inteligencia, es que se están organizando entre 12 y 13, con la finalidad de que el 14 (de enero) vengan hacia la ciudad de Lima. Las acciones que se van a tomar, desde el punto de vista de seguridad y defensa nacional, y de control del orden interno, prefiero mantenerlas en reserva porque nosotros tenemos que hacer las acciones correspondientes justamente para evitar actos de violencia”, declaró.
Las declaraciones de los ministros Chávez y Rojas fueron la continuación del discurso ofrecido por el premier Alberto Otárola, quien salió con un tono poco conciliador. Empezó explicando lo que bajo su perspectiva ocurrió este lunes en Puno. “Un ataque organizado, sistemático, de vandalismo y de organizaciones violentas hacia el estado de derecho y las instituciones”, dijo.
Señaló que este ataque tenía como objetivo la toma del aeropuerto de Juliaca, con el fin de evitar que lleguen medicinas, y que llegue el transporte diario a esta localidad clave. “Hoy, más de nueve mil personas se aproximaron al aeropuerto y aproximadamente dos mil comenzaron un ataque sin cuartel contra la policía”, comentó, sin tomar en cuenta, que todos los muertos de este lunes fueron manifestantes y con heridas de armas de fuego.
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“Se han producido muertes de ciudadanos que por supuesto lamentamos, que expresan una responsabilidad directa de quienes quieren dar un golpe de estado en el país. Eso es lo que está sucediendo, una resaca del golpe de Estado. Aquellos azuzadores y violentistas que no pudieron quebrar a la democracia, y que quisieron quebrar las instalaciones públicas desde el 7 de diciembre. En esta segunda convocatoria han dado un paso más y han tratado de subvertir el orden constitucional”, dijo Otárola.
En esa línea, pidió que la Fiscalía verifique esas muertes que afectan a todos los peruanos. También pidió que de una vez por todas se capture a quienes están destruyendo al país. “No vamos a cejar en nuestra defensa del Estado de derecho. Aquí nadie se va a correr. No vamos a permitir que la asonada que pretenden hacer contra Lima se haga efectiva. Vamos a recuperar el orden interno en Puno, tengan la plena seguridad”, precisó.
Agregó que el objetivo central es defender la paz y tranquilidad de los peruanos que ven conmovidos y conmocionados cómo un grupo de un grupo de elementos violentistas pretenden hacerse del poder. Aquí lo voy a decir claro. Por supuesto que hay responsables. Quién azuzaba a la gente a partir del 7 de enero, quién anunció un golpe de estado, quién coordina estas movilizaciones para buscar impunidad. La respuesta está en Barbadillo. Ellos son los responsables y no nuestros 75 policías heridos, muchos de ellos en estado de gravedad.