Explosión de un polvorín en Puebla dejó dos muertos; uno era un niño de 11 años

Hasta el momento se desconoce si el taller de pirotecnia contaba con permisos de la Sedena para el manejo de la pólvora

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El siniestro ocurrió en la comunidad de Techachalco (Foto: Twitter)
El siniestro ocurrió en la comunidad de Techachalco (Foto: Twitter)

Una fuerte explosión se registró la mañana de este miércoles en un taller de pirotecnia en el municipio Tepeyahualco, Puebla, dejando al menos siete personas heridas y dos fallecidos.

De acuerdo con las autoridades, cerca de las 11:00 horas un presunto mal manejo de químicos habría ocasionado estallido dentro del “polvorín”, ubicado en la comunidad de Techachalco, que entre sus actividades económicas está la fabricación de cohetes y fuegos artificiales.

Al estar formado por cuartos de tabique separados por al menos diez metros de distancia, el fuego no alcanzó al resto de lugares de trabajo, por lo que compañeros de los afectados, pudieron llamar a los servicios de emergencia.

Elementos de Protección Civil y de la Cruz Roja arribaron para buscar heridos entre los escombros del inmueble.

No quedó nada del polvorín tras el estallido (Foto: Twitter)
No quedó nada del polvorín tras el estallido (Foto: Twitter)

Asimismo, elementos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Seguridad Pública, así como peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE), resguardaron la zona para realizar las diligencias e investigaciones correspondientes.

Hasta el momento se desconoce si el taller contaba con permisos de la Sedena para el manejo y almacenamiento de pólvora.

A las 17:30 horas, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, informó a través de su cuenta de Twitter que instruyó brindar el apoyo necesario en valoración y atención médica de las personas que resultaron lesionadas. Todos ellos fueron trasladados a diversos hospitales tanto de la región de Puebla como del estado vecino de Veracruz.

Sin embargo, a las 18:57 horas, la Secretaría de Gobernación del Estado confirmó en un comunicado que dos personas murieron tras la detonación, una de ellas menor de edad. Se tratan de Christian Vázquez Reyes, de solo 11 años, y Sergio Hernández Peña, de 42.

Imagen ilustrativa de la mercancía que se facbrica en los polvorines (Foto: especial)
Imagen ilustrativa de la mercancía que se facbrica en los polvorines (Foto: especial)

“Envío mis más sentidas condolencias a familiares y amigos de Christian Vázquez y Sergio Hernández quienes lamentablemente perdieron la vida en estos hechos”, lamentó el gobernador en Twitter.

Mientras que las personas lesionadas fueron identificadas como: Abel V. de 9 años, Said Charbel H. de 11 años, Emilio C. de 11 años, Alexis H. de 17 años, Samuel Yair H. de 19 años, Daniel C. de 22 años, y Artemio H. de 41 años.

A pesar de estar prohibida la venta y compra de “cohetes” en el estado de Puebla, las autoridades municipales y estatales únicamente recomiendan no comprar estos productos para evitar accidentes.

Un negocio que se originó durante La Colonia

A propósito de la pirotecnia, el periodista e historiador Héctor de Mauleon señala que una de las maldiciones de La Conquista fue que los españoles se llevaron el oro y nos dejaron los cohetes como una forma de conexión divina y por ello se han escuchado rugir en el país desde hace más de 500 años en toda ceremonia civil, política, deportiva, religiosa.

Neutralizantes, oxidantes y aglomerantes se mezclan en la pirotecnia, además del perclorato de sodio que da propulsión al cohete, los metales pesados que aportan el color y los aerosoles que producen la detonación. (Foto: Gobierno de México)
Neutralizantes, oxidantes y aglomerantes se mezclan en la pirotecnia, además del perclorato de sodio que da propulsión al cohete, los metales pesados que aportan el color y los aerosoles que producen la detonación. (Foto: Gobierno de México)

Pero ya en la época virreinal, los cohetes provocaron tantos incendios, tantas manos cercenadas, tantos desastres y tantas calamidades que la Corona monopolizó su venta entre 1590 y 1776.

“Nada cambió, porque desde entonces se inició la costumbre de venderlos de manera clandestina. Continuaron los incendios, las manos cercenadas, los desastres y las calamidades”

“Los chinos decían usarlos para espantar a los espíritus malignos. En México fue al revés. Parece que los empleamos para atraerlos bajo el pretexto de hacer estallar en el cielo una lluvia de colores”, se lee en su columna titulada La Patria del Cohete, publicada el 13 de diciembre de 2016.

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