Qué es el Martes Santo y por qué fue el día más doloroso para Jesús, según la Iglesia católica

Desde ser cuestionado por predicar hasta señalar a los traidores que lo entregaron, eso es lo que envuelve a Jesucristo en el tercer día de la Semana Mayor

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El Martes de Controversia recuerda al día más doloroso para Jesús previo a su muerte (Foto: Cortesía eme-media).
El Martes de Controversia recuerda al día más doloroso para Jesús previo a su muerte (Foto: Cortesía eme-media).

El Martes Santo es conocido también como el “Martes de Controversia” y, según la Iglesia católica, fue el día más doloroso para Jesucristo (como persona) ya que fue cuestionado por los líderes religiosos y sociales de su tiempo sobre la autoridad con la que realizaba milagros y predicaba.

Aunque no fue lo único que vivió ese día, pues junto a sus discípulos, también anticipó su muerte, la traición de uno de ellos y la negación que iba a sufrir tres veces por parte de otro. Fueron estos hechos los que provocaron el mayor sufrimiento a Jesús durante la pasión hacia su inevitable fin.

Sacerdotes, ancianos y faricesos cuestionaron a Jesús sobre lo que predicaba (Foto: Cortesía eme-media).
Sacerdotes, ancianos y faricesos cuestionaron a Jesús sobre lo que predicaba (Foto: Cortesía eme-media).

Durante los tiempos de Jesús, alrededor del siglo I, Israel era una nación ocupada por los romanos y se gobernaba desde Roma. Por tanto, los judíos y demás habitantes tenían que pagar tributos (impuestos) a Roma como una forma de aceptar el sometimiento ante el César, esto con el fin de evitar problemas y conflictos sociales que perturbaran la paz.

Dentro de estos grupos que aceptaban el dominio de los romanos se encuentran los saduceos, los fariseos y los herodianos, sus nombre provenían de las pequeñas ciudades donde los habitantes residían o por la dinastía que gobernaba en ese momento.

Sin embargo, no todos los habitantes de la zona, más allá de Israel, estaban conformes con el dominio de Roma, es por eso que aparecieron grupos rebeldes como los zelotas, que aunque pagaban el tributo, siempre buscaban la forma de evitar a los soldados romanos.

Durante la última cena, Jesús advirtió a sus discípulos que iba a ser entregado por uno de ellos y que otro lo iba a negar (Foto: EFE/Hannah Hiseman).
Durante la última cena, Jesús advirtió a sus discípulos que iba a ser entregado por uno de ellos y que otro lo iba a negar (Foto: EFE/Hannah Hiseman).

Durante el Martes de Controversia, según el Nuevo Testamento, Jesús acudió a un mercado y se encontraba predicando cuando fue interceptado por sacerdotes y ancianos sobre el motivo por el cuál retaba a la Iglesia Judía predicando mientras no era sacerdote, fue señalado como “rebelde” en ese momento.

Más adelante, fueron los fariseos los que cuestionaron a Jesucristo sobre por qué no hacía nada sobre la situación en la que se encontraba Israel, por qué permitía que los romanos cobraran tantos tributos. Ante estos cuestionamientos, él respondió con una de las frases más famosas de la Biblia: “Dad al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios”.

Estudiosos de las escrituras, como la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), refieren que estas palabras que mencionó Jesús muestran cómo no pretendía ser gobernante ni enfrentar a Roma, sino que buscaba permear la palabra de su Padre y dar a entender que el reino de Dios poco o nada tenía que ver con la forma en que Israel estaba siendo gobernada.

Durante el Martes y el Miércoles Santo, la Iglesia Católica celebra el oficio en tinieblas, una especial de funeral por la muerte de Jesús (Foto: REUTERS/ Ammar Awad).
Durante el Martes y el Miércoles Santo, la Iglesia Católica celebra el oficio en tinieblas, una especial de funeral por la muerte de Jesús (Foto: REUTERS/ Ammar Awad).

Sin embargo, no fue lo único que tuvo que atravesar el hijo de Dios ese día. Según el texto de San Juan, durante la Última Cena y antes de ser arrestado, Jesús advirtió a sus discípulos sobre la traición de uno de ellos, al asegurar que lo iba a entregar a cambio de unas monedas. También afirmó que otro de ellos lo iba a negar tres veces.

Las escrituras hacen referencia a que Jesús supo que quien lo iba a entregar era Judas Iscariote, al que le dijo “Lo que tengas que hacer, hazlo enseguida”. Mientras que hablando en privado con Pedro, le comunicó “Te aseguro que no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces”.

Estos hechos son la víspera del Miércoles Santo, el día en que el tribunal religioso judío se reunió para condenar a Jesús. La Iglesia Católica lo considera el primer día de luto y se realiza el oficio en tinieblas, un funeral por la muerte de Jesús.

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