Craig Deare: después del “Culiacanazo”, AMLO perdió credibilidad en su rol de comandante en jefe de las fuerzas armadas

Para el analista en temas de seguridad, el ordenar a las fuerzas del Estado que dejarán libre a Ovidio Guzmán pudo no haber caído muy bien en la milicia

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Ovidio Guzmán dobló al Estado mexicano (Fotoarte: archivo)

El 17 de octubre es un día que quedó marcado en la historia del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. En su primera demostración de fuerza ante el crimen organizado, el Estado aplicó la política de “abrazos no balazos” y se replegó.

Ese día, el Cártel de Sinaloa exhibió su capacidad ante el gobierno al sitiar Culiacán y desplegar al menos a 200 sicarios que mostraron armas usadas por Ejércitos en Medio Oriente y provocaron el caos para que la Guardia Nacional liberara a Ovidio Guzmán, hijo Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera a quien retuvieron varias horas en espera de que algún juez librara una orden de aprehensión. El saldo oficial de aquel jueves negro fue de ocho muertos (un miembro de la GN entre ellos), aunque la Fiscalía local reportó 13 víctimas fatales.

Ante el caso y enfrentamientos que provocaron los sicarios del cártel, el presidente López Obrador autorizó su liberación. A casi un año de la toma de Culiacán, el analista Craig Deare, autor de libros como Latin America 2020: Challenges to U.S. National Security Interests y A Tale of Two Eagles: The Us-Mexico Bilateral Defense Relationship Post Cold War, señaló que el haber liberado al hijo del Chapo Guzmán “si uno está en las fuerzas armadas no puede caer bien.”

Craig Deare sirvió en el Ejército de los EEUU durante 20 años con una variedad de tareas especializadas en Inteligencia Militar (Foto: Twitter@InsightCaptain)

Aunque reconoció que la milicia mexicana se caracteriza por una disciplina incuestionable aún cuando se le utilice para tareas que no están dentro de sus deberes, como la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el episodio de Ovidio Guzmán ocasionó que AMLO perdiera credibilidad en su rol de comandante en jefe de las fuerzas armadas.

“Yo no creo que esa situación deslegitimó a las fuerzas armada, lo que hizo fue quitarle credibilidad al presidente en su rol de comandante en jefe. ‘¿Qué hicieron las fuerzas armadas?’ obedecieron la orden, habían hecho un operativo bien planeado y como corresponde, el presidente civil les da una orden y la cumplen”, señaló Deare a Infobae México.

Deare sirvió en el Ejército de los EEUU durante 20 años con una variedad de tareas especializadas en Inteligencia Militar. Fue oficial en el área de Asuntos Exteriores para Latinoamérica. Aunque cauteloso en sus opiniones, afirmó que a pesar del episodio del Culiacanazo, “Lo que creo que puedo decir es que hasta el momento, con pocas excepciones, hemos visto lealtad absoluta de las fuerzas armadas”.

Los enfrentamientos por la detención de Ovidio Guzmán desataron caos en Culiacán (Foto: JUAN CARLOS CRUZ /CUARTOSCURO)

Citó como ejemplo el caso del general mexicano Sergio Aponte Polito quien en julio pasado declaró que, desde su campaña política, el presidente de México se había dedicado a desprestigiar a las Fuerzas Armadas del país a través de mentiras.

El general retirado, quien estuvo a cargo de combatir a los grupos de crimen organizado en el país durante tres décadas, afirmó en una columna para El Universal, que el mandatario agravió “constantemente y sin tener pruebas” al Ejército.

Entonces, el militar afirmó que el presidente ha mencionado que las Fuerzas Armadas secuestraron y desaparecieron a los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero, en 2014, un tema del cual se habla constantemente en las conferencias mañaneras.

Sin embargo, Deare recordó cómo las fuerzas armadas inmediatamente respaldaron al presidente.

El analista asegura que el presidente de México tiene el respaldo de las fuerzas armadas (Foto: Presidencia de México)

El académico insistió que un país del nivel de desarrollo de México “debería contar con cuerpos locales capaces de lidiar con el crimen organizado, un ejemplo es la Guardia Nacional que iba a ser una entidad civil, pero según lo que yo veo, no lo es.”

Recordó que durante su campaña a la presidencia, López Obrador se comprometió a disminuir el rol de las fuerzas armadas y regresarlas a los cuarteles y, aunque desapareció en Estado Mayor Presidencial, las tareas “han aumentado de manera semi dramática.”

No obstante “la ventaja que tiene México es que tiene unas fuerzas armadas muy disciplinadas, muy profesionales que en lugar de decir que no les corresponde, cumplen las órdenes del presidente.”

Ese profesionalismo de las fuerzas armadas en México, consideró, ha impedido que se dejen corromper como ha sucedido en otros países de Latinoamérica, como Venezuela, “que ya no son profesionales sino mercenarios a la venta del que paga más.”

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