Los cadáveres de Óscar Alberto Martínez y su pequeña hija Angie Valeria, quienes murieron ahogados en el Río Bravo, en la frontera entre México y Estados Unidos, llegaron este domingo a territorio salvadoreño, constataron periodistas de la agencia AFP.
Los restos de Óscar, de 25 años, y de la niña de casi dos años ingresaron a las 08:20 locales (14H20 GMT) vía terrestre a la localidad de La Hachadura, en la línea límitrofe de El Salvador con Guatemala, unos 110 km al suroeste de San Salvador, en el departamento de Ahuachapán.
El ministro salvadoreño de gobernación, Mario Durán, recibió los cadáveres que llegaron en un carro fúnebre hasta un sector con restricciones a la prensa donde se realizará el trámite legal.
Tanto el padre como su hija serán trasladados desde La Hachadura hasta al cementerio la Bermeja, en el sector sur de San Salvador, donde luego de una jornada de velación serán sepultados.
Martínez y la niña murieron ahogados hace una semana en el Río Bravo, cuando intentaban cruzar ilegalmente para llegar a suelo estadounidense.
La fotografía de este padre con su hija cuando yacían muertos boca abajo en la orilla del río conmocionó a la comunidad internacional.
La decisión de trasladar los cuerpos vía terrestre desde México tomó en conjunto con la familia de las víctimas por ser más expedito y directo que por avión, debido a los trámites y cuidados que eso implica.
La tragedia que conmocionó al mundo
Óscar, Valeria y la madre de ésta, Tania Ávalos, habían abandonado El Salvador (su tierra de origen), y puesto rumbo a Estados Unidos por faltas de recursos.
La familia había llegado a Matamoros, Tamaulipas, a finales de la semana pasada, pero al encontrarse con una ciudad colapsada por la migración, y sus ganas de alcanzar el “sueño americano”, los obligaron a aventurarse a atravesar el río.
Según Tania, cuando su esposo trataba de cruzarla al río hasta Brownsville, Texas, su hija se lanzó al agua. “No se si pensó que estaba jugando, pero cuando se la llevó el río nos dijo adiós”, relató.
Óscar llevaba a la bebé en los hombros, pero el caudaloso río causó que ésta se soltara en medio del cruce, obligando al hombre a correr en el cauce. Cuando logró sujetar a la menor, la metió a su camisa, pero sus intentos fueron en vano, ya que la corriente los arrastró y los hundió en el río.
En medio de un momento dramático, la migrante acudió con rescatistas mexicanos a la rivera del río, donde reconoció los cadáveres.
En tanto, la cancillería de El Salvador hizo un llamado a sus compatriotas de no hacer el viaje de forma irregular. Además, aseguró que el gobierno trabaja para generar oportunidades dignas en el país.
Con información de EFE