Política, medio ambiente y redes sociales: los nuevos retos de la Fórmula 1

Nicolás Maquiavelo hablaba del “hombre político” al referirse al sujeto y su papel en la lucha de poder, mientras Adam Smith se enfocaba en el egoísmo del “hombre económico”. Ambos conceptos han trascendido a través del tiempo y en la actualidad pueden ser analizados incluso a través de la mirada de la Fórmula 1.

La máxima categoría del automovilismo es dominada por un selecto grupo dominante, que no es sino el que mayor poder económico posee, lo que le da mayor acceso a las últimas innovaciones tecnológicas.

"No soy muy político”, reconoció el piloto británico de Mercedes, Lewis Hamilton, durante una conferencia de prensa antes del Gran Premio de México. “Veo las noticias y quiero estar informado de lo que pasa en el mundo. No parece que los gobiernos tengan soluciones No es algo que podamos cambiar individualmente, si tienes una plataforma quieres aportar. Pero no apoyo a ningún partido político”.

Sus palabras salieron a colación debido a que recientemente fuera criticado por compartir en redes sociales su inconformidad con las actuales políticas medioambientales, al formar parte de un serial cuyo principal problema es la cantidad de contaminación que se genera alrededor de cada Gran Premio.

"Estaba viendo un documental y era bastante triste ver las cosas que suceden en el mundo y me inspiró para hacer querer más.”, argumentó. “Quizá lo que buscaba era iluminar un poco a los demás. Intento hacer lo máximo en lo personal, ahora viajo en línea comercial. Estoy viajando menos. He cambiado mi dieta, lo cual es una diferencia importante. Tengo un auto eléctrico y he vendido muchos de mis coches”.

Quien fuera su coequipero en McLaren y uno de los principales antagonistas de su carrera, Fernando Alonso, fue uno de sus críticos. El español lamentó que Hamilton fuera incongruente y sus palabras contrastaran con sus actos.

“Yo me siento positivo porque estoy haciendo cambios y animo a la gente a que los haga también. El plástico, el carbono, el cuero. La mayoría de la ropa que he diseñado con Tommy Hilfiger son pieles falsas. Tenemos que empujar a que la F1 haga más", insistió el piloto de 34 años, restando importancia a lo dicho por Alonso.

Pero lo que ocurrió con el volante de Mercedes es algo cotidiano en el mundo moderno. Las redes sociales se convirtieron en un universo en el que cualquier persona puede opinar abiertamente del tema que prefiera e incluso emitir cualquier tipo de juicios sin grandes consecuencias. A menos que se trate de una persona mediática como Hamilton.

“Es importante levantar la voz como Lewis”, dijo el piloto mexicano de Racing Point, Sergio “Checo” Pérez en apoyo a Hamilton. “Mucha gente me sigue si podemos impactar el mundo aunque sea un poco es importante. No veo nada malo con eso”.

“No sigo a Lewis, no soy activo en redes sociales. Serías un ignorante si no te das cuenta”, se excusó el alemán de Ferrari, Sebastian Vettel, quien sin embargo, apoyó la moción del inglés. “En general la F1 debería hacer más porque es una plataforma mundial deberíamos mandar un mensaje mas duro”.

Y es que mientras que las grandes industrias son las culpables de generar la mayor parte de la contaminación mundial, los reflectores y las críticas parecen poner mayor atención en si un piloto de Fórmula 1 es o no congruente.

“Todos tenemos una voz que podemos proyectar. Competimos con coches de Fórmula 1 y eso no quiere decir que no se pueda hablar sobre lo que hay que mejorar en el mundo. No es algo que se pueda arreglar rápidamente. La educación es básica para progresar. Intento hacer algo positivo mencionando lo que pienso que está mal”, sentenció Lewis Hamilton.

Por lo pronto, mientras la Fórmula 1 se debate entre cómo hacer que se reduzcan las diferencias económicas entre sus escuderías con el afán de buscar un mejor espectáculo, así como la mejor forma de reducir su impacto medioambiental, sus pilotos se han convertido en agentes de cambio con un fuerte impacto mediático.

Una auténtica representación del “hombre político” que hizo conciencia del egoísmo que lo llevó a ese instante en el que busca un cambio desesperadamente.

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