Orlando “El fenómeno” Cruz, el boxeador gay que libra una batalla cultural sobre el ring

Hace cuatro años que el puertorriqueño es el primer púgil abiertamente homosexual de la historia. Fue campeón latino de la OMB y peleó por serlo a nivel mundial con un único objetivo: ganarle a la homofobia

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El puertorriqueño es el primer boxeador abiertamente gay de la historia
El puertorriqueño es el primer boxeador abiertamente gay de la historia

La historia de vida de Orlando Cruz cambió a partir de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 en los cuales representó, en boxeo, a su amado país: Puerto Rico.

Después de competir en Australia pasó 12 años con su secreto: "Tuve novia, tuve mujeres pero poco a poco me di cuenta que me atraían los hombres", aseguró en una entrevista que mantuvo con Infobae.

Cruz tiene un récord de 25(13 por KO)-5-1 (Getty)
Cruz tiene un récord de 25(13 por KO)-5-1 (Getty)

El 15 de diciembre del 2000 "El fenómeno" pasaba del amateurismo al profesionalismo. A partir de allí su vida deportiva, pero sobre todo personal, dio un giro irreversible.

-Después de los Juegos Olímpicos se dio cuenta de sus verdaderos gustos sexuales, pero en 2012 lo comunicó públicamente. ¿Qué pasó en esos 12 años?

-Tuve novia, tuve mujeres pero poco a poco me di cuenta que me atraían los hombres. Realmente me atraían y no quería vivir una doble vida ni hacerle daño a nadie. Fue por eso que deje a mi novia, me quede sólo pero hice lo que realmente me hacía feliz.

Mientras por el lado personal se sentía atrapado en una doble vida, en lo deportivo era imparable. No perdió ningún combate hasta el año 2009. En sus primeras 17 peleas, tuvo un récord de 16 victorias y un empate.

“Yo no me quito” es su frase. Él no se quitaría del medio deportivo por ser homosexual
“Yo no me quito” es su frase. Él no se quitaría del medio deportivo por ser homosexual

-Decidió contarlo por voluntad propia o recibió presiones del ambiente

-No tuve presión de nadie, lo hice porque yo quería hacerlo y ser un hombre libre, un hombre feliz.

Después de Sydney 2000 acepté que era un hombre gay y años después me animé a “salir del closet”

-Al momento de comunicarlo públicamente ¿Pensó en el riesgo que podría haber corrido su carrera profesional?

-Siempre uno piensa en el rechazo de la gente o que lo discriminen por ser gay en un deporte totalmente machista, un deporte que es 'de puro macho' como se dice, pero al contrario. Tuve una aceptación muy buena, casi un 95%. En lo que es la afición, lo que es el equipo de trabajo, Puerto Rico, mi familia. Todos me cuidaron, todos me respetaron. Fue algo muy bueno para mí y con una aceptación muy buena.

Un año antes de emitir un comunicado, en el cual se declaraba un hombre abiertamente homosexual, el puertorriqueño vencía a Michael Franco por nocaut y se quedaba con el título interino OMB Latino en la categoría pluma.

El 2012 fue un año importante para el peleador. En septiembre ocupaba el cuarto lugar del ranking de la OMB y un mes más tarde, se liberó de las presiones con un comunicado: 

"Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso puertorriqueño. Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso hombre gay. No quiero esconder ninguna de mis identidades. Quiero que las personas me vean por el ser humano que soy"

-Se vio afectado su desempeño deportivo?

-Para nada, negativo, todo fue positivo. Mucho respeto del público, ellos me aceptaron. Existen algunos que hablan y comentan pero son los menos. El porcentaje alto de aceptación fue muy positivo para mí.

-¿Y la relación con sus rivales?

-Todos mis rivales me respetaron. Lo que dicen ellos es que afuera del ring soy un hombre gay y adentro un boxeador que va a competir. Ellos me respetan en lo deportivo y en lo personal.

-¿Cuáles fueron los pro y los contra de haber asumido su homosexualidad?

-Realmente no hay contras, son todos pro. Ahora puedo ser yo mismo, no vivo una doble vida, no aparento ser lo que no soy y estoy más que feliz y contento.

Después de declararse homosexual salía al ring con la bandera del movimiento LGBT
Después de declararse homosexual salía al ring con la bandera del movimiento LGBT

El camino personal y deportivo se unieron a partir de allí. Finalmente, en 2016 "El Fenómeno" pelearía por el título mundial ligero ante Terry Flanagan para convertirse en el primer boxeador campeón del mundo abiertamente gay de la historia.

-¿Cómo fue esa pelea?

-A mi me gustan los retos, me gustan los riesgos. Fue una gran pelea con un gran rival, el cual me respeto por ser un hombre gay, pero en el ring esto es un negocio y un deporte. Fue una pelea fuerte. Perdí, pero a veces uno perdiendo gana más que ganando.

En el octavo round cayó por nocaut contra el británico, que retuvo por cuarta vez el cinturón y mejoró su récord a 32-0.

Era importante para mi carrera pero también para enviar un mensaje en el deporte, donde hay muchas expresiones machistas y discriminatorias

En este momento está descansando pero, a sus 35 años, tiene en mente volver a pelear con la vista puesta en una posible futura pelea por el título nuevamente.

-¿Qué le diría a aquel deportista que es homosexual y, por miedo o por el qué dirán, no se anima a hacerlo público?

-Que sean ellos mismos y que se encuentren a ellos mismos. Que se sientan felices, que lo hagan, que lo griten, que no tengan ningún tipo de miedo. Estamos viviendo en el sigo 21, las cosas están más "open mind". Cada país ya está reconociendo lo que es la comunidad LGBT (Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), entonces que no tenga ningún tipo de miedo y que no traten de vivir una vida que no es. Buscar ayuda profesional, algún familiar que lo apoye, la mejor ayuda para dar el paso. Sin miedo, sin ningún tapujo, que sean ellos mismos es lo más importante.