Para Miami Art Week, El Espacio 23 presenta una reinterpretación de la herencia hispana a través de los textiles

La muestra cuenta con más de 140 obras de arte tejido que celebran la abstracción y la riqueza cultural de la técnica. Además de participar de la Semana del Arte alrededor de Art Basel Miami Beach, seguirá abierta al público hasta agosto de 2024

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El Espacio 23 de Miami acoge una exploración textil que transita desde el ritual indígena hasta la abstracción.
El Espacio 23 de Miami acoge una exploración textil que transita desde el ritual indígena hasta la abstracción.

Más de un centenar de artistas textiles de todo el mundo, una buena parte mujeres iberoamericanas, exhiben en ocasión de Miami Art Week su maestría en el uso de técnicas inspiradas en la abstracción y la geometría, el paisaje o los rituales indígenas.

La muestra To Weave the Sky (Tejer el cielo) reúne más de 140 piezas, muchas de ellas nunca antes expuestas al público, pertenecientes a la colección de Jorge M. Pérez, filántropo y mecenas de las artes que da su nombre al Pérez Art Museum of Miami (PAMM), el primer gran museo estadounidense en llevar el nombre de un hispano y el más importante de Miami.

“Los textiles eran antes marginados o relegados al género de artesanía o artes decorativas dentro de los cánones históricos occidentales”, pero eso ha cambiado y “actualmente reciben una mayor visibilidad dentro del arte contemporáneo a nivel mundial” con el uso de técnicas ampliadas e innovadoras, dijo este lunes a EFE Patricia Hanna, curadora de la exposición.

Por ejemplo, el uso de materiales de la vida cotidiana como ropa reciclada, fibras y algodón, acolchados. cerámica o pelo de animales pone de relieve la “estrecha conexión entre las obras textiles y la pintura abstracta”, agregó Hanna.

"To Weave The Sky" es una travesía visual por el arte textil y la abstracción desde la perspectiva de artistas de varias generaciones. (El Espacio 23)
"To Weave The Sky" es una travesía visual por el arte textil y la abstracción desde la perspectiva de artistas de varias generaciones. (El Espacio 23)

La colección, que reúne obras de artistas textiles históricos y contemporáneos, llama la atención por la abundancia de obras de creadores iberoamericanos, como la colombiana Olga de Amaral, el peruano Jorge Eielson, Carolina Caycedo (estadounidense de padres colombianos), la mexicana Daniela Libertad o la cubana Elizabeth Cerviño.

A la lista se suman maestras tan reconocidas como la estadounidense Sheila Hicks (1934), la polaca Magdalena Abakanowicz (1930-2017) y las españolas Teresa Lanceta (1951) y Aurelia Muñoz (1926-2011), esta última con una carrera ligada al renacimiento que experimentó el arte textil en la década de 1960.

También participan “artistas notables que están dejando huella” en la producción de textiles como el sudafricano Ishaan Adams (1982), la peruana Alice Wagner (1974), la polaca Malgorzata Mirga-Tas (1978) y la española Irene Infantes (1989).

La amplia presencia de artistas iberoamericanos no sorprende a la comisaria dado que este género "tiene una importancia cultural muy grande en muchas comunidades hispanas" que preservan "una extensa historia de tejido y otros métodos de producción textil".

Hanna elogió especialmente la obra de la colombiana Amaral, "una de las artistas que revolucionaron el tapiz durante la década de 1960 y que lo impulsó como un arte de igual importancia que la pintura o la escultura" y tachó de "impresionante" la pieza que se exhibe de Cerviño (Cuba, 1986), no solo por su escala monumental sino por las hermosas tonalidades de la fibra natural que utiliza, que "simbolizan el viaje de su vida".

La curadora Patricia Hanna argumenta en esta muestra de El Espacio 23 para Miami Art Week que el arte textil ha transcendido su estatus marginal dentro del panorama artístico global.
La curadora Patricia Hanna argumenta en esta muestra de El Espacio 23 para Miami Art Week que el arte textil ha transcendido su estatus marginal dentro del panorama artístico global.

Esta íntima conexión del artista hispano con el pasado vivo de la comunidad se cristaliza en el trabajo de María A. Guzmán Capron (1982), nacida en Italia de padre colombiano y madre peruana y radicada en Texas.

"Trato de conectarme con la cultura de mis padres. Desde muy joven me fijaba en los textiles de mi casa como ropa de cama acolchada, cortinas tejidas y almohadas bordadas", dijo a EFE Guzmán.

Es ese "lenguaje compuesto por nuestras memorias y experiencias táctiles" que define el trabajo textil lo que atrae a Guzmán, un mundo de interconexiones culturales ligado a su "amor por las telas, los textiles y el color".

El deseo, en breve, de "crear obras que reflejen un yo que está en constante cambio y transformación" y de unir "el tira y afloja del orgullo por mis raíces" y el deseo de arraigo "sin dejar de imaginar algo nuevo".

La exposición, abierta al público hasta agosto de 2024 en la sala El Espacio 23, ubicada en un antiguo almacén del vecindario de Allapattah, se divide en cinco secciones: ‘Estructuras cromáticas’, ‘Gestos paisajísticos’, ‘Constelaciones espirituales’, ‘Political Fabric’ (Tejido Político) y ‘Threadbare’ (Raído).

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