SAN JOSÉ, 2 feb (Reuters) - El congreso de Costa Rica desechó la posibilidad de ratificar el "Acuerdo de Escazú", un instrumento internacional sobre garantías medioambientales que el gobierno del país centroamericano impulsó en 2018 desde el municipio homónimo, ubicado al oeste de la capital.
Una mayoría de diputados dejó extinguirse el expediente legislativo que mantenía con vida la posibilidad de ratificación del pacto vigente desde 2021, al cual se opuso también la administración de Rodrigo Chaves, por considerar que ya Costa Rica tiene normas suficientes sobre asuntos ambientales.
De los 57 diputados, 11 votaron el miércoles a favor de mantener activo el expediente con la esperanza de refrendarlo en meses próximos, mientras 41 lo rechazaron y cinco se ausentaron.
Así, Costa Rica descarta la posibilidad de sumarse a los 14 países que ya han ratificado el acuerdo auspiciado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo adscrito a la ONU.
El propósito del tratado, firmado por 25 naciones de Latinoamérica y el Caribe, es garantizar el acceso a información en materia ambiental, el derecho de participación ciudadana en decisiones medioambientales y comprometer a los gobiernos a la protección de ambientalistas, en la región más letal para ejercer su lucha.
"Así pasamos de ser un país a la vanguardia en materia ambiental a uno que no llega ni a aprobar un acuerdo internacional de derechos mínimos", lamentó el diputado Jonathan Acuña, jefe de la bancada del izquierdista Frente Amplio, el único de los seis grupos parlamentarios que votó en bloque en favor del Acuerdo.
Por su parte, Melina Ajoy, diputada del conservador Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) dijo que "en Costa Rica ya existe legislación robusta para proteger el medio ambiente", a tono con el argumento de la principal agrupación de empresarios privados, que señalaba un riesgo para la seguridad jurídica de las inversiones y para la actividad económica en el país.
Costa Rica es reconocida internacionalmente por sus posiciones conservacionistas impulsadas desde los años 70 con políticas de protección de bosques que ahora sustentan su icónica industria ecoturística. (Reporte de Álvaro Murillo; Editado por Diego Oré)