Islas Aland, la región más sueca de Finlandia

Las islas Aland pertenecen a Finlandia, aunque su lengua oficial es el sueco. Quien visite este archipiélago, podrá sumergirse en la cambiante historia de esta provincia autónoma en el Mar Báltico.

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Las islas Aland pertenecen a Finlandia, aunque su lengua oficial es el sueco. Quien visite este archipiélago, podrá sumergirse en la cambiante historia de esta provincia autónoma en el Mar Báltico.

Johanna Delfs se encarga de recibir a sus huéspedes en la escalera exterior. Con su cofia y delantal blanco, la mera visión de la dueña del hotel catapulta a los recién llegados 100 años atrás en el tiempo.

Y, cuando se cruza la puerta del Carlsro Badhotell en Föglö, se descubre una tienda de comestibles de madera de la década de 1930 con el bonito nombre de Delikatessbutik.

Allí, Ebbe, el marido de Delf, ya está detrás del mostrador, con gorra, pajarita y delantal de cuero. "No solo lo usamos hoy, sino siempre que atendemos a nuestros clientes", dice la mujer de 35 años. Así es como funciona el viaje en el tiempo, y a los visitantes les gusta.

Johanna Delfs procede de Mariehamn, la capital de la provincia Aland. De esta manera, es una auténtica alandesa, a diferencia de su marido. Ebbe Delfs es originario de Vejlje, en el sur de Dinamarca.

La pareja se conoció años atrás en Copenhague. En 2020 abrieron un restaurante en Föglö, y al año siguiente le siguió el hotel según el modelo danés. No fue el momento óptimo debido a la pandemia de coronavirus, pero actualmente marcha muy bien.

A apenas unos metros de distancia del hotel, se encuentra su propio sauna, con vista al Báltico. Sumergirse en el sauna con el posterior salto al mar es la verdadera opción para muchos finlandeses. 

Las islas Aland, que pertenecen a Finlandia pero que, como región autónoma, conceden gran importancia a su independencia, también adoptaron este pasatiempo típicamente finlandés.

Autónomas y desmilitarizadas

Aland, con sus miles de islotes e islas, es muy sueca. De hecho, el sueco es el único idioma oficial en el archipiélago, a diferencia de la Finlandia continental.

Además, desde 1922 la provincia autónoma cuenta con la potestad de promulgar sus propias leyes en muchos ámbitos: escuelas, policía y salud, entre otros. Delfs afirma: "Cuando un alandés viaja al continente, entonces dice que viaja a Finlandia".

Quien arribe a Mariehamn en uno de los numerosos transbordadores, verá un gran cartel en el puerto, donde se indica que Aland es autónoma y desmilitarizada. De hecho, los soldados no pueden entrar a la isla.

Los alandeses jóvenes no deben cumplir el servicio militar finlandés. Esto también tiene que ver con la cambiante historia de este archipiélago, convenientemente ubicado entre Suecia y Finlandia.

A partir del siglo XVII, las islas pertenecieron, al igual que la Finlandia continental, a la por entonces poderosa Suecia. 

Desde 1809 y por más de un siglo, Finlandia y Aland formaron parte del imperio ruso como un principado autónomo. Finlandia no se independizó hasta 1917, y la autonomía de Aland se produjo cuatro años después, tras un tira y afloja por las islas entre Finlandia y Suecia.

Uno de los vestigios más importantes de este vaivén histórico son las ruinas de la fortaleza Bomarsund en un estrecho de importancia estratégica. Los rusos la construyeron a mediados del siglo XIX. Actualmente, estas ruinas se encuentran idílicamente emplazadas entre el bosque y el Mar Báltico.

Cómo repercute la guerra hasta hoy

Las huellas de la cambiante historia sueco-finlandesa-rusa también se encuentran en las historias de vida de las familias de Aland. Este es el caso de Ella Grüssner Cromwell-Morgan.

La mujer es dueña del pensionado Kvarnbo cerca de Saltvik, en las inmediaciones de Mariehamn, en el interior. El edificio del hotel perteneció a su tía abuela. 

A solamente unos pocos cientos de metros de distancia, se encuentra la vivienda de su abuela, cuya familia ya manejaba previamente una casa de huéspedes, que les habría gustado convertir en un hotel.  

El problema fue que la abuela de Ella contrajo matrimonio poco antes de la Segunda Guerra Mundial con un huésped alemán. Y de allí procede la parte alemana de su apellido, Grüssner.

Y como Finlandia se alió con Alemania en el transcurso del conflicto bélico, los rusos consideraron la casa de la pareja germano-alandesa como propiedad enemiga tras la finalización de la guerra y la confiscaron.

Hasta el día de hoy, la edificación pertenece al Estado ruso. Y cuentan que todos los intentos de recuperar la vivienda fracasaron hasta ahora.

El cementerio del naufragio

Desde la capital provincial Mariehamn se puede llegar a otra localidad importante de Aland: la pequeña isla de Kobba Klintar. Se trata de apenas una de las 6.700 islas de Aland, pero sin embargo es muy especial.

Kobba Klintar es la isla donde los prácticos solían ayudar a los barcos a navegar por los bajíos hacia Mariehamn. No hay faro, pero tres sencillas casas de madera siguen en pie sobre las rocas. La casa más grande alberga una especie de museo.

De la necesidad de esta ayuda para la navegación dan testimonio numerosos barcos pudriéndose en el fondo del mar. Según indicaciones de la Marina finlandesa, se registraron unos 500 naufragios ante las islas, aunque se estima que la cifra real es mucho mayor.

Entre los barcos hundidos registrados se encuentra entre otros el rompehielos alemán Hindenburg, que chocó con una mina de la banquisa en 1918 y posteriormente se hundió en el oeste del archipiélago.

La embarcación se encuentra a entre 37 y 47 metros de profundidad. Actualmente los buzos expertos pueden investigar estos restos con un permiso especial, y sumergirse así en un viaje por el tiempo que conduce hasta un siglo atrás.

Información sobre las islas Aland

Llegada: en avión hasta Helsinki y desde allí directo a Mariehamn. O viajar dos horas desde Helsinki en tren hacia Turku y continuar desde allí con el transbordador hacia las islas. También hay ferris desde Estocolmo y Helsinki.

Entrada: actualmente no rigen restricciones de ingreso por el coronavirus.

Recomendación: es interesante una visita al museo de navegación marítima en Mariehamn, incluyendo el velero Pommern amarrado en el puerto. Información en: https://sjofartsmuseum.ax/

Alojamiento: la oferta va desde sencillas cabañas de autoservicio hasta hoteles de precio intermedio, como el Kvarnbo Pensionat, cerca de Saltvik (https://kvarnbopensionat.ax/en/), y albergues de lujo, como el Carlsro Badhotell de Föglö (www.carlsro.ax), situado directamente junto al mar.

Más información: https://www.visitfinland.com/es/

dpa