Argentina ultima una nueva oferta de canje al filo de vencer el plazo de negociación

Compartir
Compartir articulo
En la imagen, el presidente de Argentina, Alberto Fernández. EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

Buenos Aires, 11 jun (EFE).- Argentina ultima los detalles de la nueva oferta que presentará para reestructurar 66.238 millones de dólares de su deuda bajo legislación extranjera, en el marco de una negociación con poderosos grupos de acreedores cuya última prórroga vence este viernes pero que se espera sea de nuevo extendida.
La primera propuesta de canje presentada por Argentina -que arrastra dos años de fuerte recesión- fue formalizada el 22 de abril ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés) pero no obtuvo el apoyo necesario entre los acreedores, tras lo que se prorrogaron las conversaciones hasta tres veces más.
"Está claro que la Argentina quiere encontrar un acuerdo con los acreedores. Está claro que los acreedores no aceptaron nuestra oferta, está claro que la Argentina va a mejorar su oferta, teniendo en cuenta lo que los acreedores han dicho en este tiempo", aseveró este miércoles en declaraciones radiales el presidente argentino, Alberto Fernández.
LA CUARTA PRÓRROGA
La primera y fallida propuesta lanzada por el Ejecutivo argentino indicaba que el país empezaría a pagar la deuda a reestructurar en 2023, tendría una quita de 5,4 % sobre el capital adeudado y una reducción de intereses del 62 %.
Hace dos semanas, luego de no haber logrado el mínimo de adhesión necesario, y al tiempo que insistía en la voluntad de llegar a un acuerdo, el Ministerio de Economía informó de una leve mejora de esa oferta, que reducía a dos años el período de gracia, mantenía similares tasas de interés para los nuevos bonos y acortaba levemente la duración de los nuevos títulos canjeados.
Pero las negociaciones continuaron, dos de los tres grandes grupos de acreedores presentaron una contraoferta que el Ejecutivo argentino no aprobó y ahora, cuando está por vencer el tercer plazo para lograr un trato, el Gobierno ha confirmado que mejorará su propuesta, tras la cual se abrirá un nuevo plazo para que los inversores decidan adherirse.
Según ha trascendido, se espera que en esa nueva oferta la quita de capital sea modesta y modifique las tasas de interés.
"La oferta que vamos a hacer no va a poner en riesgo la sostenibildad de la deuda ni de la economía argentina", dijo ayer el presidente, quien desde que llegó al poder, en diciembre de 2019, tras ganar las elecciones al conservador Mauricio Macri, reitera que su Gobierno quiere afrontar sus obligaciones pero sin que suponga hacer ajustes que perjudiquen a una sociedad ya marcada por los altos niveles de pobreza.
Respecto a cuántos días se plantea que puedan alargarse de nuevo las conversaciones, Fernández subrayó: "diez días más... o más, no sé. Estamos en una negociación" y recordó que cuando fue jefe del Gabinete de Ministros de Néstor Kirchner (2003-2007) y tuvo que enfrentarse a otra reestructuración de deuda, en enero de 2005 se anunció la primera oferta en enero y el proceso se cerró en diciembre.
DE NUEVO EN DEFAULT
En medio de la incertidumbre por la pobre situación económica en la que está sumido el país, que sin duda va a empeorar por los efectos de la pandemia del coronavirus, el 22 de mayo pasado Argentina entró en cese de pagos tras no haber costeado 503 millones de dólares correspondientes a intereses de tres de los títulos que están bajo negociación.
El objetivo es pues cerrar un acuerdo para neutralizar ese "default selectivo" -llamado así porque por el momento solo afecta a esos bonos y no el resto de la deuda pública argentina, que asciende a 320.000 millones de dólares- y evitar caer en uno mayor, cuando aún sigue en la memoria la crisis del 2001, año en que el país entró en un descomunal cese de pagos del que no salió por completo hasta 2016.
En su nueva cruzada con la deuda, Argentina cuenta aparentemente con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que la semana pasada lanzó un comunicado en el que señaló que existe "un margen limitado" para que el país mejore la oferta a sus acreedores.
No obstante, Argentina también se mantiene endeudada con el FMI, organismo que en 2018 aprobó un rescate de 56.300 millones de dólares a solicitud del Gobierno de Macri, de los cuales desembolsó alrededor de 44.000.
El equipo económico de Fernández, encabezado por el ministro Martín Guzmán, mantiene contante contacto con las autoridades del FMI, aunque las negociaciones para replantear el pago de ese préstamo todavía están en una etapa inicial.