"Estamos convirtiendo el Mediterráneo en un nuevo Auschwitz"

La vicepresidente de Suecia ha comparado la situación actual en el Mediterráneo, donde miles de personas mueren cuando huyen de la violencia, las guerras o las pobrezas en sus países, con lo sucedido en Auschwitz durante el nazismo, informó hoy Russia Today.

Durante un debate televisivo, Asa Romson ha responzabilizado con especial dureza a la Unión Europea (UE) por la nueva crisis migratoria que golpea a la región, cuyos centros de refugiados ya no pueden dar respuesta a la masiva ola de migrantes registrada en los primeros meses de 2015.

Sin embargo, la comparación con los campos de exterminio nazis provocó reacciones inmediatas dentro y fuera del país nórdico. Romson, que pertenece al Partido Verde, ha tenido que retractarse: "Fue un error hacer una comparación con Auschwitz", admitió más tarde en un tuit.

"Fue un error hacer una comparación con Auschwitz"

Más de un millón de personas, mayoritariamente judías, fueron asesinadas en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Por su parte, el balance mortal de las arriesgadas travesías en las que se embarcan migrantes en situación desesperada en lo que va de año se sitúa en 2.000 personas. Sin embargo, no es la disparidad en las cifras lo que molesta a los críticos de la vicepresidente del Ejecutivo sueco.

Para numerosos sectores la comparación es ofensiva. La comunidad judía de Suecia ha respondido indignada, según AP. "La situación con los emigrantes es una tragedia, pero compararla con el Holocausto y Auschwitz, que fue una matanza industrial de gente durante un período de seis años, simplemente no se puede hacer", afirmó la vocera de esta comunidad al medio británico Daily Mail.

El debate televisivo en el que participó Romson abordó el tema de la inmigración en vísperas del anuncio de un nuevo programa comandado por la Comisión Europea respecto a su política migratoria.

Según el diario británico, se espera que la Comisión haga este miércoles un anuncio sobre la creación de medios legales para que los migrantes lleguen a Europa sin acudir a la ayuda de los traficantes y del transporte ilegal.

Pero las medidas que se propondrán, que implican un desembolso de recursos monetarios y físicos, aún tendrán que recibir la aceptación de los Estados miembros de la UE.