Tras un verano cargado de misterio respecto del futuro político del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, su reciente apoyo a la candidatura de Daniel Scioli puso fin a las idas y vueltas: su gesto intentó mostrar un nuevo acercamiento del lomense al FpV. Las reacciones dentro del oficialismo no tardaron en llegar y algunas fueron duras y contundentes.
El más crítico fue el diputado Carlos Kunkel, quien calificó a Insaurralde de "bombón chupado", y agregó: "Uno prueba un bombón y lo deja en el plato y no lo quiere agarrar nadie". Según Kunkel, el intendente de Lomas de Zamora se postulará para la reelección en su municipio pero nuevamente lo minimizó: "No me preocupa", concluyó".
El precandidato a la gobernación bonaerense, Diego Bossio, opinó sobre las idas y vueltas sobre la pertenencia política de Insaurralde e ironizó: "Son los ritmos de la tele del Bailando". Además, reclamó que "un funcionario público tiene que comprometerse con una idea, una legimitidad, una historia. En eso nosotros hemos sido fieles".
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, advirtió que "algunos compañeros por ahí piensan que las cosas van por un camino, después se dan cuenta que es incorrecto y hay que correrse".
Por otro lado, también hubo algunos apoyos hacia la confirmación del rumbo político de Insaurralde. La ministra de Gobierno Bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, recalcó que "somos muy respetuosos de los tiempos y las decisiones de los compañeros". Finalmente, el diputado provincial, Guido Lorenzino, consideró que "la carrera política de Insaurralde siempre fue dentro del kirchnerismo".