Los vecinos y comerciantes de la avenida Avellaneda se preparan para lo que será un fin de semana con las calles más colapsadas que de costumbre, debido a la actividad de los manteros en vísperas de Navidad.
Con la llegada de las altas temperaturas, algunos manteros sumaron sombrillas para protegerse del sol, lo que implica un mayor avance sobre las veredas y los comercios. Según describe el diario La Nación, algunos percheros de los comercios se confunden entre los puestos ilegales.
"En la previa de Navidad ellos venden más que nosotros. Hace unos años podíamos convivir, ahora ya no porque cada vez ofrecen más rubros y la competencia es muy despareja", le contó al matutino una comerciante.
Consultado por el diario, el dueño de un local de ropa en la avenida Avellaneda se quejó: "¿Cómo te pensás que estamos nosotros, pagando todo, impuestos, ante los manteros que vienen, se instalan y nadie los controla?".
La problemática habitual entre comerciantes, vecinos y manteros se agrava por los periódicos cortes de luz que sufren en la zona. Cuando llueve, el panorama también se vuelve más desagradable: las bolsas y botellas tapan los sumideros y se generan inundaciones en las esquinas.
"Hay bolsas y bolsas por todos lados. Se las llevaban puestas los autos que pasaban, y las motos, esquivando. Es realmente un asco", relató Melina a Infobae cuando recorrió la avenida Avellaneda con su vehículo. Los comerciantes, resignados, esperan que la actividad de los puestos ilegales tenga su pico desde éste fin de semana, a pocos días de las fiestas.
Un estudio de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) detectó 2.827 puestos de venta ilegal callejera en la ciudad de Buenos Aires, lo que representó un aumento del 3,4% respecto a octubre y de casi un 56% en términos interanuales.