"Para los argentinos, Francisco fue la resurrección de Bergoglio"

Lo dijo el rabino Sergio Bergman al presentar su libro sobre el Papa, en una ceremonia en el Templo Libertad que concluyó con una oración interreligiosa junto a representantes católicos y musulmanes

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"En el momento de la unción papal recuperamos la memoria de que Bergoglio existía, estaba acá, predicaba...", dijo Bergman en el acto de presentación de su libro Un Evangelio según Francisco, una obra en la cual presenta una semblanza de su amigo y "rabí" (maestro) Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, en términos de su liderazgo y de la agenda que promovió, ayer en Argentina, hoy en el mundo.

"Es paradójico lo que nos sucede a los argentinos –agregó el rabino-: somos contemporáneos de quien va a ser el argentino más trascendente de la Historia, en contraste con nuestra tendencia de migrar hacia la idolatría".

En el histórico templo judío de la calle Libertad, se dieron cita varios referentes del PRO, el partido por el cual el rabino Bergman es legislador, entre ellos el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri; el recién electo representante porteño Iván Petrella; la diputada Laura Alonso; Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad, pero también de otras fuerzas políticas, como el diputado por el FPV Carlos Kunkel y el ex secretario general de la presidencia Alberto Kohan.

Fiel a su vocación por el encuentro interreligioso, el rabino pidió al obispo Víctor Manuel Fernández, actual rector de la UCA que presentase su libro y cerró el acto con una oración en común a la cual se sumó otro sacerdote y un representante islámico.

Todos los que hicieron uso de la palabra expresaron su repudio a lo sucedido en la Catedral Metropolitana durante la ceremonia en ocasión del 75º aniversario de la Noche de los Cristales Rotos, una razzia que es considerada como el inicio del Holocausto judío.

"Indignación, angustia y bronca", fueron las palabras de monseñor Fernández sobre el accionar de un grupo minoritario ultraconservador que quiso impedir la reunión interreligiosa del martes pasado.

Fernández dijo también que la "preocupación por el desarrollo cívico de la Argentina", que el rabino Bergman expresa en su libro, "nos une a todos por encima de creencias religiosas" o pertenencias políticas.

"Tenemos la gran bendición de este país que celebra las diferencias", destacó por su parte Sergio Bergman. "Para hacer lo que está pendiente necesitamos líderes y maestros", agregó. Y en referencia a Bergoglio, dijo: "Vive en el Vaticano, pero su enseñanza está en la Argentina. Nos legó su agenda".

También exaltó la figura de Juan Pablo II y su célebre reconocimiento –"los judíos son nuestros hermanos mayores"- con el cual, dijo Bergman, "cerró 2000 años". "Si los judíos pudiéramos votar, votaríamos todos para que sea Santo ya", bromeó.

La ceremonia fue animada por la periodista Silvina Chediek y abierta por el rabino Simón Moguilevsky quien, haciendo referencia a la ceremonia judeo-católica del martes pasado en la Catedral, recordó que, ya en el año 1958, el rabino del Templo Libertad había fundado, junto con un obispo católico y un pastor protestante, la Confraternidad Judeocristiana. "El libro de Sergio nos va a abrir las mentes" a cosas que no vemos "por preconceptos", se esperanzó.

El Evangelio según Francisco

Monseñor Fernández subrayó que la vocación de Sergio Bergman por la "apertura" y el diálogo ecuménico no le quita "amor a su identidad judía". El rector de la UCA mencionó aquello que diferencia a ambas religiones, es decir, "dos maneras de ver el mesianismo", algo que también el Rabino desarrolla en el libro. "Ambos esperamos que el Mesías venga a establecer su Reino, pero para unos será la primera venida, y para otros la segunda", dijo el obispo.

El libro de Bergman, agregó Fernández, expresa una esperanza,"la convicción de una buena noticia que excede a la Iglesia Católica, un regalo de Dios al mundo entero en una Humanidad que estaba reclamando liderazgo".

Precisamente, lo que el Rabino expone en este libro es el carácter de ese liderazgo a través de cuatro capítulos de presentación y luego una selección de textos del propio Jorge Bergoglio–su Evangelio. Se trata de textos de muy diferente registro y estilo, que van desde los Tedeum de los 25 de mayo –"hermenéutica bíblica de la realidad política y social argentina", en palabras de Bergman- hasta una exégesis del Martín Fierro, pasando por un comunicado sobre los proyectos de matrimonio homosexual o una declaración sobre la droga.

"Francisco predica en términos universales, es tanto ecuménico como interreligioso –escribe Sergio Bergman en el libro. Les habla a los católicos, pero también a los cristianos. Además, se dirige a los judíos y a nuestros hermanos musulmanes, a los no creyentes y a los agnósticos. Se comunica con todos desde la posición de Papa, porque hay una visión de evangelizar el mundo, pero no creo que el papa Francisco, que es el Bergoglio de siempre, tenga la pretensión de reclutar a la humanidad para el catolicismo, sino desde el catolicismo reclutar a la humanidad para que sea más humana".

Parte de esta humanidad, sostiene en otra parte de su libro el Rabino, "carece de modelos ejemplares, le falta rumbo, valores, y retorno a lo esencial". "(Pero) la buena nueva es que podemos -agrega-, tenemos un maestro común".

"Encontramos en él un líder. Veamos aquello por lo que vamos: Bergoglio como papa Francisco, un estadista, un jefe de Estado en el Vaticano".