Los porteños eligen los negocios de barrio para ahorrar tiempo y dinero

Más cerca, más variedad de precios y sobre todo más calidad de servicio y atención, son los puntos claves en la preferencia de esta modalidad de consumo que crece en la Ciudad

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 Adrián Escandar 162
Adrián Escandar 162

En un relevamiento desarrollado en el mes de mayo pasado, casi el 70% de los vecinos encuestados en la Ciudad coincidieron en que prefieren el embellecimiento y mejora de los Centros Comerciales a Cielo Abierto en su barrio.

"Desde 2008 a la fecha el canal de comercio tradicional fue ganando terreno frente a los hipermercados y shoppings debido a cambios en el comportamiento del consumidor, como la compra de cercanía, la disminución de los tiempos de traslado y las actividades laborales o personales en el entorno hogareño", resaltó Damián Di Pace, autor de El futuro del comercio minorista en Argentina –editado por Eudeba– y autor de la investigación.

Otro resultado que dio el estudio entre los vecinos encuestados es que, hasta los 17 años, el 52% se inclinó a favor de los shoppings, ya que para este nivel etario son un lugar de encuentro previo a sus salidas así como un espacio para la recreación y ocio tanto en las salas de cine como en sus patios gastronómicos.

"El consumo en los shoppings se concentra principalmente en los fines de semana, pero se distribuye más durante la semana y va más al barrio porque es más práctico", consideró el especialista.

En ese sentido, Di Pace explicó que la modalidad de consumo está cambiando y que para la gente es más cómodo el consumo en comercios cercanos a su barrio antes que trasladarse a otras zonas. "Los supermercados chinos jugaron un papel clave en este fenómeno. El hecho de que la compra se haya trasladado más cerca de la casa, todo se intenta comprar más cerca", consideró.

La ciudad de Buenos Aires atravesó varios cambios en los últimos 30 años respecto de su estructura comercial minorista. En los años 80 vivió el apogeo de los supermercados bajo el sistema de "self-service" (autoservicio), donde el cliente puede elegir los productos que desea adquirir.

En los 90, el gigantismo comercial comenzó a regar las calles de la ciudad con la instalación de los hipermercados, que tienen una superficie de venta de más de 2.500 metros cuadrados y ofrecen una amplia gama de productos alimenticios, artículos para el hogar e indumentaria, entre otros. Además, estacionamiento gratuito.

Luego fue el momento de los shoppings mall, que albergan gran cantidad de locales comerciales y lugares de ocio, esparcimiento y diversión, como cine o gastronomía.

La búsqueda de precios también es otra razón que impulsa esta tendencia a preferir centros comerciales al aire libre a la hora de salir de compras. El precio de la ropa suele ser más económico en muchos comercios ubicados en centros comerciales de calles y avenidas, y allí también se pueden encontrar importantes firmas como las que hay en los shoppings.

Un poco por comodidad y otro por los viejos tiempos, cuando la vida cotidiana transcurría a pocas cuadras. "El hecho de identificarse con su zona, trazar un entramado de vínculo de vecino a vecino, un lugar donde se recrean los chicos, se perdió, todo eso se perdió", aseveró Di Pace.

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