Dudas en torno a la muerte de Videla

El testimonio de uno de los represores que compartía la cárcel con el difunto dictador sembró incertidumbres acerca del desempeño de los médicos en el diagnóstico que recibió días antes de su muerte

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 Ceferino Reato 162
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A raíz de la declaración de uno de los compañeros de celda del difunto dictador, la Justicia investiga si existió algún tipo de mala praxis médica por omisión de cuidados en la muerte de Jorge Rafael Videla.

Acusado por delitos de lesa humanidad, el testigo – cuya identidad se mantiene en reserva – compartía el módulo 4 del pabellón 8 en el penal de Marcos Paz con el primer líder que tuvo la pasada dictadura. Allí, según consta en la causa que lleva adelante el juez Juan Pablo Salas, detalló el tratamiento que recibió durante sus últimos días de vida.

"…siendo las 8:10, tras escuchar unos gritos en el pabellón, sin entender lo que se decía y creyendo que se trataba de una requisa, salí de la celda y otros internos me informaron que había fallecido Videla; textualmente me dijeron 'se murió el viejo'. El Capitán (nombre tachado en la denuncia), interno alojado allí me dijo que cuando pasó el recuento saliente, siendo las 7:50 horas, estuvo hablando con Videla y él los escuchó. Y al pasar el recuento entrante, lo encontró fallecido, allí se produjeron gritos, por eso sé que falleció entre las 7:50 y las 8:10 horas", relató en la causa, según la documentación publicada por el diario Perfil.

En su testimonio, el testigo relató: "Durante el resto del día, permaneció en custodia en la puerta de la celda de Videla hasta que se llevaron el cadáver a las 16 horas. A la hora referida llegó el oficial Flores, director del módulo, a quien el dicente el teniente coronel Di Pasquale y el mayor (nombre tachado) le solicitamos ser testigos del procedimiento de retiro del cadáver y pertenencias del occiso y solicité la confección de un inventario de tales objetos, recibiendo como respuesta que dicho procedimiento sería realizado por personal de la Policía Federal Argentina, lo que me obligó a referir que los testigos debían ser circunstanciales y no traídos por ellos".

El certificado de defunción consigna: "El interno Jorge Rafael Videla, 87 años de edad, que se lo encuentra sentado en el baño de su celda sentado en el inodoro inconsciente, sin pulso ni reacción pupilar. Se realiza el ECG (electrocardiograma) y se constata óbito siendo las 8:25 horas".

Sin embargo, los cuestionamientos surgen a partir del tratamiento que el ex jefe del Ejército recibió unos días antes de morir, luego de que sufriera una fractura en la pelvis por haberse caído en la ducha.

"Mi pensamiento fue el siguiente: como tengo conocimiento (de) que en el complejo no hay traumatólogo, y porque padezco una lesión en el hombro izquierdo, desde el 10 de abril, y aún no tengo un diagnóstico certero, le pregunté quién vio las radiografías, a lo que me contestó que no sabía y lo que me hizo pensar que fueron (vistas) por alguien no especializado", sostuvo el testigo de identidad reservada.

A raíz de esta declaración, que consta en el expediente que posee el Juzgado Federal de Morón, el periodista y doctor Nelson Castro advirtió que podría haberse tratado de una mala praxis médica por omisión de cuidados. De acuerdo con su experiencia, el cuadro que configuraba su fractura más el uso de anticoagulantes y analgésicos fuertes ameritaban que Videla fuera trasladado a un centro médico de alta complejidad o incluso a que recibiera el beneficio de la prisión domiciliaria.