España acaba de perder a uno de sus dirigentes históricos, Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de 1960 a 1982, uno de los protagonistas de la resistencia antifranquista y de la transición a la democracia iniciada en el año 1975, un proceso en el cual participó codo a codo con líderes de la talla de Adolfo Suárez, primer jefe de Gobierno de la España democrática, y el socialista Felipe González, ex titular del Ejecutivo español.
"Yo creo que la ley de amnistía (de 1977) es la ley que hacía falta en este país", dijo en una entrevista realizada en el año 2010, cuando se elevaban en España voces de críticas a la Transición y llamados a revisar lo pactado por todo el arco político español.
"En España hubo durante tres años una guerra civil. Esa guerra civil la provocó, claro, la sublevación del 18 de junio (por parte del general Francisco Franco), pero fue una guerra civil en la que el pueblo español se dividió, el pueblo, las familias se dividieron", explicó Carrillo.
Asimismo, el dirigente comunista destacó: "El franquismo hizo enormes barbaridades; comparadas con él, las que hicimos en la República son mucho menores, pero en la República hubo también barbaridades. Menores, repito, pero las hubo".
En ese marco, resaltó la intervención de su organización en busca de la
: "Cuando el Partido Comunista que yo dirigía se planteó el problema de la reconciliación nacional, pensábamos que la manera de favorecer esa reconciliación, era indultando a todos, amnistiando a todos, intentando
, sin guerra civiles, sin la violencia que estuvo en el siglo XIX y XX en nuestra historia".
De este modo, criticó a quienes intentaban, décadas después, investigar los crímenes cometidos por el franquismo. "De lo que se trata hoy no es de juzgar individualmente a los que cometieron esas barbaridades en el franquismo", afirmó.
Por otra parte, sobre la transición a la democracia, Carrillo explicó: "Preocupados, y pensando sólo en crear un nuevo clima, defendimos ya en las Cortes Constitucionales una amnistía para unos y otros". "Además en ese momento quienes gozaban (de los beneficios de esa amnistía) eran los antifranquistas, porque los franquistas no estaban en la cárcel, éramos nosotros. Pero el principio era eliminar ese pasado", agregó.
Los Pactos de la Moncloa fueron firmados –previa amnistía de todos los delitos políticos cometidos en la etapa anterior- por la casi totalidad de las fuerzas españolas e hicieron posible una de las transiciones democráticas más exitosas de la historia.