Juicio por el secuestro virtual que terminó en crimen

Nueve procesados comenzarán a ser juzgados por el homicidio de Fernando Azulay, un despachante de aduana víctima de una captura virtual que se terminó convirtiendo en un asesinato

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Serán juzgados por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) 2 de San Martín, el mismo que juzgó y condenó a la banda de Martín "El Oso" Peralta por el secuestro y asesinato de Axel Blumberg y que está conformado por los jueces Daniel Cisneros, Víctor Bianco y Luis Nieves.

Fuentes judiciales informaron a Télam que los imputados son: Ramón Alejandro Godoy, presunto líder de la banda que organizó el hecho desde el penal de Ezeiza; su concubina Analía Verónica Rodríguez; el supuesto autor material del asesinato, José Angel Bordón, alias "Pichi", y Oscar Omar Junco, alias "Goti".

También llegaron a juicio Vanina Mariel Valderrama, Adriana Beatriz Soria y tres adolescentes que tenían entre 16 y 17 años al momento del hecho.

Los nueve -que tendrán defensores oficiales- están acusados de ser coautores de los delitos de "extorsión" (por el secuestro virtual) y "secuestro extorsivo cuádruplemente agravado por la muerte intencional de la víctima, la participación de tres o más personas, la participación de menores y el cobro del rescate".

Durante la instrucción quedó determinado que el cobro del rescate se produjo cuando la víctima ya había sido asesinada.

Salvo el caso de los menores -que podrían ser recluidos en institutos-, de ser hallados culpables, el resto podría ser condenado a la pena de prisión perpetua.

Azulay se convirtió en la primera víctima de un secuestro virtual que termina muerta y el cuarto secuestrado asesinado por sus captores de los últimos años, como sucedió con Diego Peralta, Juan Manuel Canillas y Axel Blumberg.

El despachante de aduanas de 35 años recibió el 10 de febrero de 2005 en su oficina del barrio porteño de San Telmo una llamada telefónica en la que le advertían que habían secuestrado a un familiar suyo, lo que en realidad era una farsa.

Azulay fue al encuentro de los delincuentes en su automóvil Fiat Siena y la presunción de los investigadores es que al verlo bien vestido y con un buen auto, transformaron lo que era un secuestro virtual en uno real, lo capturaron y lo llevaron a una casilla de la villa Las Antenas del partido bonaerense de La Matanza.aptores se comunicaron con su socio, Mario Paladino, le pidieron un rescate inicial de 20.000 pesos, pero rebajaron sus pretensiones a 10.000 pesos.

Paladino entregó el rescate en el cruce de White y Eva Perón, en el barrio porteño de Mataderos, y los captores prometieron liberar a su socio en 20 minutos, pero Azulay apareció con un balazo calibre 38 en la cabeza en la avenida General Paz, del lado de provincia, y fue trasladado por un remisero al hospital porteño Santojanni, donde se constató su muerte.

Una hipótesis señala que uno de los captores lo mató por accidente mientras manipulaba el arma, pero para el fiscal federal de Morón a cargo de la instrucción, Marcelo Fernández, se trató de un homicidio doloso que se lo imputó a todos.

El caso provocó que el Ministerio de Justicia anunciara que se filmará con cámaras a todos los presos que utilicen los teléfonos públicos de los penales federales, y que las empresas de telefonía emitan un mensaje de advertencia cuando una llamada proviene de una unidad carcelaria, todo con el fin de evitar los secuestros virtuales.