Se cumplieron diez años del retiro de Gabriela Sabatini

El 24 de octubre de 1996, la mejor tenista argentina de todos los tiempos abandonaba la actividad profesional. Estaba cansada de las exigencia del deporte y comenzó a disfrutar más de su vida privada

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(NA).-

Tras una exitosa carrera profesional que la ubicó como la mejor tenista argentina de la historia, Gabriela Sabatini anunciaba hace una década su retiro de la actividad, luego de once años de campaña que la tuvieron en la elite de ese deporte.



A los 26 años, cuando aún gozaba de inmensa plenitud, Sabatini entendió que el tenis ya no le generaba placer, y tomó la decisión de retirar del court su exquisito juego y belleza.



El 24 de octubre de 1996 se cumplen diez años desde que "Gaby" informó que abandonaría la actividad, una vez terminada su actuación en el Torneo de Maestras que se jugaría en Nueva Cork, en diciembre.



Justamente esa ciudad estadounidense fue el lugar elegido, allí donde Sabatini logró los mejores hitos de su carrera profesional, que a la ubicaron a nivel nacional como heredera de Guillermo Vilas.



Otro dato que sumaba Nueva York era el único título logrado en Grand Slam, cuando en 1990 venció en la final del Abierto de Estados Unidos a su eterna rival Steffi Graf, por 6-2 y 7-6 (7-4 en el tie break).



En la "Gran Manzana", dos años antes, en 1988, "Gaby" alcanzó su primer gran torneo internacional, al ganar el Masters, un logro que repitió seis años después, también en el mítico Madison Square Garden.



Sabatini, con un juego lleno de matices y buena técnica, había surgido al profesionalismo en 1985, con apenas 14 años, y sorprendió al mundo con la calidad de su juego.



Desde el primer momento, los duelos con Graf -que comenzaron en juveniles- se convirtieron en el centro de atención.



Ese choque tuvo una nueva edición en la final de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, cuando en la vuelta oficial del tenis a esta competencia la alemana se quedó con la medalla dorada.



En tres temporadas -1989, 1991 y 1992-, Sabatini alcanzó el tercer puesto del ranking mundial, aunque nunca pudo superar esa barrera.



Su campaña fue excelente por donde se la mire, ya que su exquisito juego la llevó a ganar 27 torneos en single, jugar otras 28 finales, y alcanzar 57 veces las semifinales, sobre 213 certámenes oficiales jugados de la WTA.



Entre los títulos más importantes que ganó se destacan: Roma, en cuatro oportunidades (1988, 1989, 1991 y 1992); Boca Ratón (1988, 1990 y 1991); Amelia Island (1989, 1991 y 1992); Lipton (1989); Sydney (1992/1995) y Buenos Aires (1986/1987).



Sus grandes deudas pendientes fueron el Abierto de Francia y Wimbledon, donde en 1991 estuvo a un punto de consagrase ante Graf, en otro enfrentamiento inolvidable, que la alemana dio vuelta para quedarse con la gloria.



Su surgimiento fue una bocanada de aire puro para el tenis internacional, y llegó al profesionalismo luego de consagrarse en 1984 como la mejor juvenil del mundo, tras ganar diez de los doce torneos disputados.



Durante sus once años de carrera ganó 632 partidos, representó a la Argentina en la Copa Federación en 1985, 1987 y 1995, y fue premiada con cinco Olimpia de Plata y dos de Oro, como la mejor deportista del país.



Tras consagrarse en el torneo de Sydney en 1995, comenzó a sentir un notorio cansancio y su mente se fue alejando de tenis. Durante 14 meses no consiguió grandes victorias y ese fue el principio de su decisión de retirase.



"Yo creo que los dos últimos años de mi carrera fueron duros, no sé si debido a algunas derrotas que yo había tenido, o si había llegado a un punto que ya no quería hacer más eso. Por ahí fue un poco de las dos cosas, pero no estaba satisfecha, me acuerdo que me levantaba en la mañana y no quería ir a entrenar", comentó en alguna oportunidad.



Así, hace una década, la bella Gabriela dejó paso a la mujer y se dedicó a vivir una vida postergada por años de entrega al tenis.



Se convirtió en empresaria, embajadora de UNICEF, y en una visitante asidua de toda actividad tenística en Argentina y el mundo.



El planeta del tenis la convirtió definitivamente en un hito al anunciar, en julio pasado, su ingreso al Salón de la Fama, y así pasó a ser la segunda persona argentina, después de Vilas en 1991, en tener su sitio de honor en el salón ubicado en Newport, Estados Unidos.