Dennis Quaid: "En 1990 tuve anorexia"

Fue durante la filmación de Wyatt Earp, en la cual el actor interpretó a un hombre que estaba al borde de la muerte. Durante una entrevista contó que la obsesión de ser delgado golpió a su puerta

Compartir
Compartir articulo

En una entrevista para la revista Best Life, el ex esposo de la reconocida actriz Meg Ryan, Dennis Quaid, reconoció haber padecido anorexia a mediados de los años 90.

?Siempre creí que esta enfermedad era un problema sólo de mujeres, pero la verdad es que llegué a pesar cerca de 40 kilos durante la filmación de Wyatt Earp?, aseguró.

Es una concepción errónea creer que estos desordenes alimentarios son padecidos solamente por el sexo femenino, ya que afecta una cuestión puramente estética que no distingue entre hombres o mujeres. Según los especialistas es una enfermedad que se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por una imagen distorsionada del propio cuerpo.

Conduce a un grave adelgazamiento debido a una dieta exagerada y a un exceso de ejercicio. No se asocia con ninguna otra enfermedad orgánica previa.

El actor de 51 años contó que combatió la anorexia para protagonizar a Doc Holliday, un personaje que moría de tuberculosis y que para lograr capturar la mirada descarnada de los espectadores su apariencia debía ser parecida a la de un hombre cerca de la muerte.

Durante la nota el actor de Traffic aseguró que durante años estuvo obsesionado con los alimentos que comía, la cantidad de calorías que ingería, y cuanto ejercicio tendría que hacer para no aumentar de peso.

"Mis brazos eran tan flacos que yo no podía salir ni siquiera de una pileta", admitió Quaid, pero hoy, lejos de esa enfermedad, su apariencia es saludable y su estado de salud es tan bueno que pronto se lo verá en la pantalla grande en su último film ?Los tuyos, los míos y los nuestros?, una película del director Robert Simonds, dirijida por Roja Gosnell.

Se trata de una comedia familiar sobre los padres solteros Frank (Dennis Quaid) y Helen (Rene Russo) quienes se casan, pero tienen en su nuevo hogar a 18 hijos que hacen de la vida cotidiana un caos, en el que descubren que el contrato social y religioso, de las familias ?típicas? no se pueden crear en un día.