Confirmaron a dos jueces subrogantes que podrían reabrir la denuncia de Alberto Nisman

La denuncia que el fiscal Alberto Nisman formuló contra la ex presidente Cristina Kirchner y algunos de sus colaboradores por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA podría ser desarchivada. Es que el Consejo de la Magistratura ratificó como jueces subrogantes de la Sala I de la Cámara de Casación a Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, quienes se pronunciarían a favor de la reapertura del caso.

La incorporación de los magistrados quedó fijada en la resolución 640 que emitió este martes el órgano constitucional. Al tribunal, que tiene dos vacantes, lo completa la jueza Ana María Figueroa, emparentada con el gobierno anterior.

Semanas atrás, Figueroa se había inhibido de seguir interviniendo en el caso y pidió que Borinsky y Hornos hicieran lo mismo. Esa presentación fue rechazada y leída como una jugada para que otros magistrados se inclinaran por el archivo definitivo de la causa contra la ex presidente.

En el día de ayer, el fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal, Javier De Luca, emitió un dictamen en el que opinó que no se debe reabrir la causa por la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra Cristina Elisabet Kirchner por encubrimiento del atentado a la AMIA.

El juez federal Daniel Rafecas había rechazado la denuncia y ordenado su archivo, resolución que fue confirmada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal. Contra ese fallo la DAIA interpuso un recurso de casación sobre el que ahora se pronunció el fiscal de Justicia Legítima.

En primer lugar, De Luca cuestionó la personería de la DAIA porque la entidad no acompañó a su pedido de ser tenido por parte querellante un poder especial como lo exige el Código Procesal Penal. Además, el fiscal hizo una férrea defensa de la supuesta legalidad del Memorándum, declarado inconstitucional y puesto en tela de juicio por Nisman en su denuncia contra la ex presidente.

El próximo 19 de diciembre el tribunal escuchará los argumentos de De
Luca y de los representantes de DAIA, que reclama ser aceptada como querellante para empujar la investigación aun sin impulso fiscal.

La acusación ya había sido archivada en primera instancia el año pasado y también había llegado a manos de De Luca tras ser desestimada por la Cámara Federal. En esa intervención inicial, el fiscal también había solicitado su archivo, con lo cual la denuncia de Nisman nunca fue evaluada por la Sala I de la Casación.

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