Traspaso de la Federal: las internas policiales y la letra chica del proyecto

Las ausencias fueron el principal comentario alrededor del acto de presentación de la nueva Policía de la Ciudad a cargo del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo.

Curiosamente, la presentación de una fuerza no tuvo autoridades policiales presentes.

Los comisarios Guillermo Calviño y Horacio Giménez son los conductores tanto de la PFA traspasada como de la Policía Metropolitana: ninguno de los dos asistió. No fueron los únicos. Tampoco se presentaron los titulares de las 54 comisarías porteñas, o los jefes de la PFA y la Policía Bonaerense, Néstor Roncaglia y Pablo Bressi.

Que un comisario clave falte a un acto del traspaso de la PFA a la Ciudad ya fue leído como una mala señal.

La falta de Román di Santo -ex jefe de la PFA- en la firma original del acuerdo el 5 de enero en la Casa Rosada, se transformó en el primer signo de su renuncia, que ocurriría semanas después.

Este vacío de oficiales contrasta, por otra parte, con la asunción de Roncaglia en el Departamento Central de la PFA sobre la calle Moreno en marzo último, un acto al que no solo acudieron autoridades de todas las fuerzas de seguridad, sino también fiscales federales y generales, jueces de Comodoro Py y representantes locales de la DEA y el FBI estadounidenses. Entonces, ¿qué ocurrió?

¿Los policías no quisieron ir? "Ningún policía fue invitado", apunta una figura clave en las fuerzas de seguridad.

Desde el entramado de Cambiemos, una fuente explica: "Tengo entendido que fue un acto político". En todo caso, es un signo más en un clima de tensiones acumuladas entre efectivos de cara al proceso del traspaso, cristalizadas en redes sociales y audios de Whatsapp. Hubo una convocatoria a una concentración frente al Departamento Central en Moreno para este mediodía. La respuesta no fue significativa: fueron menos de cien personas desperdigadas en la cuadra, principalmente familiares de efectivos y policías retirados con pancartas. Ningún uniformado se presentó.

Tensiones aparte, lo cierto es que el traspaso está en la línea recta hacia la Legislatura, con un proyecto de ley para la creación de un "Sistema Integral de Seguridad Pública", plasmado en un extenso documento que será presentado el viernes por el ministro Ocampo, según confirman fuentes en el bloque macrista porteño.

En el proyecto para la nueva policía, las modificaciones en cuanto a una clásica estructura de una fuerza de seguridad son radicales.

Calviño, por lo visto, no sería el jefe de la nueva fuerza. Información difundida por el Ministerio de Seguridad porteño aseguró una posibilidad, adelantada por Larreta y Ocampo: el nuevo jefe de la fuerza será un civil señalado por el jefe de Gobierno en base a recomendaciones ministeriales. También, los agentes de PFA traspasados recibirán un aumento del 15% en sus haberes al ver su carga horaria aumentada de 6 a 8 horas. Los adicionales, por su parte, se mantendrán, pero estarán reglamentados y controlados por el Ministerio en base a las nuevas políticas.

En despachos de varios legisladores, así como de comisarios porteños, circula un borrador del proyecto del nuevo "Sistema de Seguridad", escrito por el Ejecutivo porteño. En el borrador, al que accedió Infobae, el control civil es una parte elemental del esquema.

No solo se impulsa una "Oficina de Transparencia y Control Externo" a manos de civiles en el Ministerio en reemplazo de las típicas divisiones de Asuntos Internos. Además, se crearán los FOSEP, agencias de participación ciudadana organizadas en cada comuna.

Se armará asimismo la OSPFSCABA, o la obra social del personal de las fuerzas de seguridad porteñas, aunque los efectivos provenientes de PFA podrán optar por permanecer en el Churruca, una medida conciliadora de cara a los reclamos de los últimos meses. El proyecto, al menos en su borrador, dedica incluso una sección al acceso ciudadano a la información.

Se elimina también la diferencia entre oficiales y suboficiales, uno de los clásicos divisorios en la PFA, hacia un escalafón único que va de oficial a superintendente en una decena de rangos, con una escala jerárquica cuádruple que va de cuadros oficiales superiores a operativos.

Los operativos deberán tener como mínimo un título secundario; a los oficiales superiores y de dirección se les exigirá un título de grado.

Los comisarios Calviño y Giménez no fueron parte de su redacción, así como de la elección de los nuevos uniformes. Calviño, sin embargo, empujó para que se incluya un ítem que considera vital en el programa: el resarcimiento económico a la familia de un efectivo caído en cumplimiento del deber.

El borrador establece que se le pagará un subsidio equivalente a treinta sueldos de un comisionado general con la máxima antigüedad de servicio.

La Comisión de Seguridad, presidida por el macrista Juan Pablo Arenaza, será clave en la instrumentación, con debates que comenzarán la semana que viene y que terminarán para comienzos de diciembre. Se necesitan 31 votos, pero el oficialismo, dada la significancia del proyecto, buscará el mayor consenso posible. En sus cálculos, el bloque PRO no prevé demasiadas turbulencias parlamentarias.

El diputado Gabriel Fuks, del bloque del FPV -que conformó el nuevo bloque "Corriente Nacional de la Militancia", junto a Agustín Rossi, Daniel Filmus, Víctor Santa María, Eduardo Valdés y Carlos Tomada, entre otros- es el vicepresidente de la Comisión de Seguridad que, curiosamente, no se reunió este año por el traspaso, un andamiaje hecho a base de encuentros informales.

Fuks reconoce: "Es una ley que, al menos en su borrador, tiene un 80% de nodos en los que podemos estar de acuerdo. Me parece bueno que la administración de la caja quede en manos del Ministerio de Seguridad, el tema de la participación comunitaria, cierta lógica de centralización comunal, lo creo correcto".

Sin embargo, Fuks pedirá mayores explicaciones sobre el manejo de adicionales, de los que dice estar en contra: también, propondrá la creación de una división policial específica dedicada a controlar la violencia en el fútbol y el accionar de los barrabravas.