El luto y el duelo no son lo mismo: ¿cuál es la diferencia entre ambos hechos vinculados con la muerte?

Según una nueva norma emitida a finales de 2023, en Perú cada trabajador tiene derecho a una licencia con goce de haber por fallecimiento de familiares directos, por lo que la empresa debe darle cinco días para asistir a las actividades fúnebres correspondientes.

Un periodo de tiempo tan corto resulta insuficiente para atravesar por dos respuestas emocionales posteriores a la pérdida de un ser querido y que suelen ser confundidas entre sí: el luto y el duelo.

Si bien es cierto que todos en algún momento de la vida vamos a atravesar por una experiencia triste y dolorosa como esta, es común utilizar la palabra luto como sinónimo de duelo. Pero, aunque ambos forman parte de cómo enfrentamos la muerte de un familiar, pareja o amigo; no son lo mismo.

El luto es la manera como se expresa el dolor y la tristeza por la muerte de alguien cercano. La manifestación pública de estas emociones constituyen el luto y, en el caso de las culturas occidentales u occidentalizadas, algunos de los rituales correspondientes son el funeral, el sepelio, el obituario y la ropa negra.

El funeral es el ritual más importante del luto, se trata de las ceremonias fúnebres, un evento formal y público que tiene como objetivo honrar a la persona fallecida.

En Perú, así como en otros países de Latinoamérica, el funeral se compone de varios momentos como los siguientes:

• La visita de los invitados para ofrecer las condolencias o dar el pésame a quienes han perdido a un ser querido
• El servicio funerario que incluye un sermón religioso
• La presentación de los discursos fúnebres de amigos y familiares de la persona fallecida
• La recepción de los invitados a quienes se les ofrece bebida y comida

Mientras que el sepelio o entierro consiste en enterrar o cremar a una persona fallecida; el obituario, por su parte, es la noticia que se publica en un diario o periódico para anunciar el fallecimiento de alguien e incluye un comentario sobre la persona en cuestión. Por último, algo característico del luto es el uso de la ropa negra. La elección de este color se debe a que el negro simboliza el respeto por el fallecido y sus seres queridos, y el dolor por su muerte.

El duelo es el período en el que se experimenta tristeza ante el fallecimiento de alguien. Pero también puede producirse debido al final de una relación de pareja o amistad, la pérdida de un trabajo, la muerte de una mascota e, incluso, la migración a otro país.

Un proceso de adaptación emocional como el duelo por el que atraviesa quien ha sufrido la muerte de un familiar, pareja o amigo se caracteriza por sentimientos de tristeza, rabia y frustración, lo cual tiene como consecuencia el agotamiento físico, mental y emocional.

Según la  psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross, una de las mayores expertas en el impacto emocional de la muerte humana, el duelo está dividido en 5 etapas:

• La negación: en esta etapa la persona se encuentra en estado de shock ante la muerte de un ser querido y no puede creer lo que ha ocurrido
• La ira: durante esta etapa se experimenta enojo o molestia ante el fallecimiento
• La negociación: en esta etapa predomina la culpa por la muerte ocurrida sin importar si se tiene o no responsabilidad al respecto de la misma
• La depresión: esta etapa se caracteriza por un profundo sentimiento de tristeza, que puede generar problemas para dormir, cambios en el apetito o dificultades para realizar las actividades diarias
• La aceptación: en esta etapa la persona acepta la muerte y se adapta a la pérdida que esta implica

Si se requiere acompañamiento profesional para atravesar el proceso de duelo se puede recurrir a la terapia psicológica, incluso existe una especializada en aceptar el fallecimiento de un ser querido: la tanatología.

En conclusión, para entender la diferencia entre luto y duelo es necesario tener en cuenta que el luto representa cómo las personas manifiestan su dolor ante los demás. Al respecto, las costumbres culturales, las creencias y las prácticas religiosas influencian cómo se vive el luto.

Mientras que el duelo se refiere al periodo de tristeza que ocurre luego del fallecimiento de alguien cercano. Durante este tiempo, se experimentan tanto la aflicción propia del duelo como las expresiones externas del luto. Por lo tanto, aunque no son lo mismo, existe una conexión profunda entre luto y el duelo.